No hace mucho que estuvo en El Hormiguero, aunque en aquella ocasión lo hizo acompañado por el resto de miembros del jurado de La Voz. Por eso, la visita de este miércoles de Pablo López (36 años) tenía un sabor especial: presentaba su nuevo disco, Unikornio, que saldrá a la venta este viernes 18.
Se notaba que la cita era seria, porque tras el saludo inicial, el artista malagueño se mostró mucho más íntimo: “Estoy bien y feliz por seguir viniendo, estando como en casa y poniéndome muy nervioso cuando me dicen que voy a venir. Llevo aquí desde las seis de la tarde. Me he sentido como en casa y estaba tan a gusto que he decidido no irme. Me siento afortunado, este equipo no es normal”, alabó Pablo López.
La primera cuestión que quiso conocer Pablo Motos (55) estaba relacionada con el enigmático título del disco. “Iba en un coche con Antonio Orozco, me sacó un papel, era mi cumpleaños y me dijo que me regalaba haber tocado más de 100 veces en directo El patio. Luego resultó que me había regalado una batería. Yo, que soy muy enfermizo, me di cuenta de que esa canción, El patio, estaba registrada en la SGAE como entre once millones”, trató de explicar el cantante.
No podía faltar el disco en cuestión sobre la mesa, aunque Pablo López se resistió a abrirlo. “La edición especial es un kit de supervivencia muy sencillo. No lo voy a abrir, va a quedar muy cursi lo que voy a decir, lo que hay dentro es amor”, aseguró.
Sin perder el tono de seriedad, Pablo Motos tomó el testigo para “pedir perdón públicamente”: “Me llamaste y me pediste que tocara una guitarra en el disco y luego se me pasó”, adelantó el presentador. “Hay una canción que se llama ‘Imagina tú’ en el disco y me hubiera encantado que tocaras. Me dejó tirado”, ratificó el invitado mirando al público. “Te lo compensaré”, prometió Motos.
Una de las tarjetas de presentación de este nuevo álbum es ‘La niña de la linterna’, cuyo videoclip incluye el incendio de un piano. Nada de efectos especiales, a tenor de lo que comentó al respecto Pablo López: “Lo pasé fatal. Para mí es un ente con muchísima vida, me dio pena verlo arder. Con las cenizas hemos sacado una edición especial esta noche”. Y así es, ya que acto seguido Pablo Motos sacó el disco en cuestión mientras asegura que “nunca se ha hecho un vinilo con cenizas”.
Cuestiones íntimas
En relación al citado videoclip y al disco en general, el artista de Fuengirola definió que “es parte de mí y significa algo nuevo, renovación. Este disco tiene mucho de despertar, de contar desde un lugar seguro cuando uno es tan cagón como yo”. En esa radiografía de sí mismo, Pablo Motos aportó el siguiente comentario: “Sientes la presión de ser perfecto, es una quimera”. Fue entonces cuando Pablo López se abrió aún más si cabe: “Siento la presión de hacer las cosas bien, que todo lo que pase a mi alrededor sea bonito. Me preocupé tanto de eso que me olvidé de mí mismo. Tengo mis días, pero las canciones ayudan muchísimo”, aseveró.
Después de ese momento, llegó otro mucho más desenfadado. Motos quiso que el invitado siguiera el ejemplo de Antonio Banderas (60) el día anterior y contara alguno de sus sueños más extraños: “Tengo un sueño de ir a un pabellón donde caben 20.000 personas y solo hay una. Es muy difícil cantarle solo a una persona. Tengo pesadillas con eso”. Parecía que el tema estaba resuelto, pero dio un poco más de sí: “Realmente mi pesadilla más recurrente es… es que está mi madre ahí. Bueno, vale. Que estoy tocando en el escenario y va pasando mucha gente y cada vez tengo menos ropa, pero estoy a gusto. Los psicólogos hablan de algo de inseguridad”.
Volviendo a asuntos profesionales, Pablo López adelantó que la gira tendrá novedades destacadas: “Vamos a hacer una cosa nueva que es estancarnos en los sitios; iremos a Mallorca y estaremos una semana allí. Todo dependerá de cómo vaya el año”. Tras ese breve paréntesis, el artista habló de su peculiar compañero de piso: “El gato es el dueño de la casa, la ha comprado él, decide dónde tiene que ir todo y quién entra en el piso. Duerme encima de mí y el tío ronca. Me lo trajo mi hermano hace un tiempo, creo que ‘Pasapurés’ no se va a poner así. Le he puesto ‘Máquina de coser’ a una planta. Si algún día tengo un zoo en mi casa se llamarán todos así”.
Otra de las aficiones que tiene Pablo López en su nueva casa es un huerto, aunque por el momento no le está sacando mucho partido: “Me he hecho un gazpacho… Soy un desastre en general. He plantado cebollas pero no he recogido ninguna todavía”, aseguró. Pero, si por algo son conocidas las casas del malagueño son por sus fiestas: “Yo nunca he hecho una fiesta. Realmente la puerta sigue abierta, no se han quejado los vecinos hasta la fecha o por lo menos yo no me he enterado. En el tiempo que estamos no se pueden hacer estas cosas… Y sí, bueno, hago fiestas”, acabó reconociendo.
Una vez acabada la entrevista y, tras el peculiar juego de Trancas y Barrancas, llegó uno de los momentos álgidos del programa: la actuación de Pablo López en directo.
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