Aterrizó a los mandos de la Cultura como el PSOE hace poco más de un año. En su anterior vida había sido senador de la minería, fiel a sus orígenes leoneses donde nació hace 38 años. Le regaló un casco de los obreros del carbón a Mariano Rajoy de visita en la Cámara Alta. Es político desde los 26 años. Antes trabajó tres años en un despacho de abogados. Es un firme convencido de que la actividad cultural, como el resto de industrias, no se puede sostener exclusivamente a base de subvenciones. En este año ha tratado de escuchar y entender las necesidades del sector. El programa que representa es fruto de este trabajo exprés.
Pregunta. Pedro Sánchez aseguró en el cara a cara con Mariano Rajoy que unirán el Ministerio de Industria con el Ministerio de Cultura, ¿será así?
Respuesta. Más allá de una coordinación entre ambos, lo cierto es que el Ministerio de Cultura tendrá autonomía como tal en el Consejo de Ministros.
P. ¿Entonces no habrá ministerio compartido?
R. Eso es. Es verdad que es necesario coordinarse con Industria como con el Ministerio de Exteriores. Hay algunos departamentos que deberían gestionarse de forma conjunta, pero en la práctica es cierto que se plantean como una dependencia casi exclusiva de Industria y de Exteriores.
P. ¿Por qué dijo eso entonces?
R. Probablemente se refiriese a lo que comento. Hay una vertiente que tiene que ver con la gestión de las industrias culturales y tiene que haber una coordinación. La gestión en esta materia corresponde al Ministerio de Cultura y así viene reflejado en el programa.
P. Sería muy llamativo que dos carteras que se han enfrentado en la Ley de Propiedad Intelectual durante esta legislatura acaben fusionándose. La cultura lo entendería como una derrota, después de haber priorizado a Industria en las reformas.
R. En el programa aparece sin ambigüedades, recuperaremos el Ministerio de Cultura.
P. ¿Qué es lo que no se debería volver a repetir en el ámbito cultural después de esta legislatura?
R. La cultura debe tener sustantividad propia y debe autogestionarse. Lo peor que le ha ocurrido a la cultura en estos cuatro años es que no ha habido peso político alguno. Las grandes decisiones culturales han quedado en manos de los burócratas del Ministerio de Hacienda. Además, ha habido una absoluta falta de diseño del modelo. Porque consideramos que el modelo de política cultural de los ochenta estaba agotado y, probablemente, ya estaba agotado en la legislatura anterior. Pero debemos introducir criterios de gobernanza diferente y darle sentido desde una política federalizada. El Ministerio debe rediseñarse.
P. El modelo estaba agotado, pero habéis recuperado la figura del estatuto del artista, que lo diseñó minuciosamente el equipo de Ángeles González Sinde, que no lo llegó a poner en práctica. ¿Por qué debemos confiar en que ahora sí lo pondrán en marcha?
R. Desconozco cuáles fueron los inconvenientes para la puesta en práctica. Quizá tampoco se cumplió la totalidad del programa con el que se presentó el partido en aquel momento. Pero hemos hecho un trabajo con el área laboral y de fiscalidad. Todos los partidos hemos coincidido en crear un estatuto del creador o del artista. No es un problema de estas profesiones, sino que son problemas generales del sistema. La precariedad y la intermitencia es un problema generalizado, no es exclusivo de los artistas.
P. ¿De qué manera se desarrolla el estatuto?
R. Habrá que estudiar cada una de las profesiones artísticas. Atacaremos primero las situaciones más precarias.
P. Sin embargo, no hay una propuesta de regulación propia de cada una de las áreas. No aparece en el programa el desarrollo de una ley de la música, las artes escénicas o las artes plásticas.
R. No. De hecho, se suscitó un debate sobre si debíamos crear una ley de cada una. Nosotros hemos optado por crear un plan negociado con el sector. El diseño estaría en manos del Consejo Estatal de la Cultura.
P. ¿No podía haber trabajado ya el Consejo Estatal para el diseño del programa?
R. Hemos tenido contacto con las personalidades de la creación, colectivos, entidades de gestión, asociaciones, etc. Pero el Consejo Estatal pretendemos que tenga carácter institucional y eso sólo puede ocurrir al día siguiente.
P. ¿Cuál es el modelo de financiación de la Cultura que propone PSOE? ¿Será parecido al de Lassalle?
R. Desde luego no el de Lassalle, porque se ha quedado a medio camino entre un modelo neoliberal y un modelo subvencionado. Al final no es ninguno de los dos y simplemente han desaparecido los recursos. Planteamos mayor dotación pública. El presupuesto del Ministerio de Cultura comenzará como mínimo con la cantidad que acabó con la legislatura socialista. Algo más de 200 millones de euros más de los que hay ahora mismo. Más dotación, aprobar una verdadera reforma de la Ley de Mecenazgo (grandes empresas, pymes y crowdfunding).
P. ¿Cuáles son las medidas concretas de la Ley, IRPF e impuesto de Sociedades?
R. No tenemos desarrollado el modelo. No hemos determinado el porcentaje.
P. ¿Le parece suficiente el 0,4% del total del gasto de los Presupuestos Generales del Estado destinado a cultura?
R. Depende. Hay que ser realista respecto a la situación del país y de los presupuestos, pero es un significativo llegar a lo que había antes y a partir de esa base crecer. Hemos tratado de ser muy rigurosos y prometer lo que podemos cumplir.
P. La realidad del país no influye tanto en la cantidad del total que un Gobierno quiera invertir en cultura…
R. Sí, pero es cierto que hay otras medidas que complementan la inversión en el sector de forma indirecta, como la rebaja del IVA cultural. Por eso es tan importante que un ministro o una ministra de cultura esté sentado en el Consejo de ministros.
P. ¿Bajarán el IVA de la cultura?
R. Una de las primeras decisiones que va a tomar nuestro Consejo de ministros es una rebaja de once puntos del IVA. Nuestro horizonte es tratar de aplicar el superreducido. Además, creemos que hay que armonizar una fiscalidad similar en toda la Unión Europea.
P. Otra de las cuestiones que aprobó el PP nada más llegar es la compensación del Canon Digital a coste de los españoles. ¿Cuál es el modelo del PSOE?
R. Hay una espada de Damocles en el Tribunal Superior de Justicia Europeo porque puede recaer una sentencia terrible sobre el Estado español si decide que esta compensación no es legal. Hay quien calcula incluso 400 millones de euros que debería devolver el Estado a las entidades de gestión. Yo esto se lo plantee a Lassalle en un debate y él contestó que no influía para nada porque eso estaba previsto en un fondo de contingencia por si ocurría.
P. ¿Lo tenía previsto?
R. Supongo cuando tomaron la decisión eran conscientes de que era una decisión ilegal.
P. ¿Por qué crees que tomaron esa decisión?
R. Fundamentalmente, por castigar al sector cultural. La sucesión de medidas tomadas en estos cuatro años han tenido que ver con una manía persecutoria contra el sector. Nosotros queremos que lo compensen quienes generan el daño y quienes se lucran, que son las industrias tecnológicas y de las telecomunicaciones.
P. La otra pata importante de la LPI es la lucha contra la piratería. ¿Mantiene su discurso contra el usuario?
R. Básicamente creemos que las medidas que planteamos son necesarias porque tenemos un problema de una magnitud inigualada entre los países que nos rodean. Somos una isla. Debemos atajar esta situación con medidas duras que incluyen sanciones punitivas. El usuario no tiene que ser la prioridad, tiene que ser quien se lucra de la expropiación de la propiedad intelectual.
P. ¿La Ley de Propiedad Intelectual también ha sido un arma arrojadiza contra el sector de la cultura?
R. Creo que sí. Y me llama la atención que el Ministerio -o en este caso la Secretaría del Estado- haya conseguido la cuadratura del círculo, que es poner de acuerdo a algunos colectivos con intereses contrapuestos.
P. Imagine el primer día de Ministerio. ¿Se ve al frente? ¿Qué es lo primero que decidiría?
R. El ministro o ministra que tome posesión lo primero que tiene que hacer es coger el teléfono y llamar a mucha gente para hablar. Creo que hay componentes en los programas electorales de muchos partidos como para intentar crear algo bueno, unas bases compartidas. Tomaremos dos medidas inmediatamente: la bajada del IVA cultural y la creación del Consejo Estatal.
P. Pero el IVA depende de Hacienda.
R. Sí. Pero bueno, en nuestro caso es un debate que tenemos ya solucionado y superado.
P. Se han significado mucho contra los paraísos fiscales, ¿cómo afectará a colecciones como la de Carmen Cervera, conservada en el Museo Thyssen?
R. No va a haber excepciones. No puede haber excepciones. Hay un interés por encima de todo, que es efectivamente la lucha contra los paraísos fiscales. Los paraísos, de manera global están compitiendo y perjudicándonos al resto en nuestra labor colectiva. Por lo tanto, la prioridad es atacar los paraísos fiscales y no habrá excepción.
P. ¿Cree que puede llegar a un acuerdo con Cervera, que ha vencido a ministros socialistas y del PP?
R. Bueno, hay una parte importantísima de la colección que está en manos del Estado y eso no corre peligro. Se puede hacer como el PP en algunas materias y pasar como una apisonadora por encima de la gente. O se puede intentar dialogar y llegar a puntos de encuentro.
P. ¿Hasta dónde estaría dispuesto a llegar para regularizar estas obras en un estado ‘limbo’?
R. Lo importante es no plantear una operación sin salida y con un plazo de ejecución, ¿no? Habrá que tener mano izquierda suficiente e intentar primar los intereses generales que, evidentemente, comportan que pueda facilitarse un acuerdo. Pondremos toda la carne en el asador para poder llegar a un acuerdo.
P. Cuando habla de un modelo distinto al del PP, ¿en qué se diferencian?
R. Pues en primer lugar en lo que tiene que ver con el respeto a la pluralidad española.
P. ¿Y en la gestión?
R. La gestión cultural es amplia y es plural. Creemos que también los ayuntamientos tienen que tener una parte importante de dinamizadora cultural. Sobre todo en un momento en el que ha desaparecido la acción de las cajas de ahorro y de las naciones. El Ministerio debe tener realmente competencias en materia de cultura española y que cree políticas culturales de España. Y eso significa, entre otras cosas también, proyección exterior, que también se ha abandonado.
P. ¿Marca España?
R. Marca España. Hay a quien no le gusta el término. Yo el otro día en un debate busqué la definición en el diccionario, porque creo que significa muchas cosas. Pero en la práctica creo que se entiende bien.
P. Es decir, defiende la Marca España.
R. Defiendo y creo en la Marca España porque se puede entender de muchas formas. Y sobre todo, que nuestra imagen exterior sea definido por nuestra producción cultural y por nuestros artistas es en sí mismo una buena noticia.
P. ¿Y cómo sería la Marca España del PSOE? ¿Distinta a la del PP?
R. En primer lugar, nosotros queremos que la política cultural sea una política estratégica del Estado y que tenga importancia en las políticas culturales. Que tenga importancia en la categoría de los símbolos. Planteamos que las delegaciones internacionales de las instituciones españolas siempre vayan acompañadas por personas de nuestro mundo.
P. Pero, eso ocurre ahora.
R. No siempre. Y desde luego no se le da una categoría de preponderancia con las delegaciones. Yo creo que normalmente a quien se le da carta de naturaleza cada vez que acompañe a representantes del Consejo de Ministros o al propio presidente del Gobierno normalmente es a algún dueño de alguna multinacional o algún representante de alguna multinacional. Y en algunos casos es hasta contraproducente.