Que la felicidad es una pataleta química y fugaz es bien sabido. Que los tontos son más felices y que hacerse el tonto es útil también lo firmo. En medio de esta confusión de endorfinas propongo seis pequeños planes que te harán un poco mas dichoso.
No te hagas el tonto esta vez. Saca la libreta y a ver si alguna de estas pistas te arranca del sillón.
1. Un hotel. Casa Bonay. El hotel abierto por Inés Miró-Sans que, inspirada en el proyecto de la cadena ACE y su paso por el Hotel Omm del Grupo Tragaluz, ofrece slow life en Barcelona. 67 habitaciones en un edificio construido por el maderero Antonio Bonay en 1869 en el Eixample y rediseñado por los neoyorquinos Studio Tack. Vinos ecológicos, jabones de producción propia, Estanis Carenzo en los fogones, zumos prensados en frío y el Satan's coffee corner. Muy apetecible.
Una mesa, una silla, un plato de fruta y un violín. Qué más necesita un hombre para ser feliz. Albert Einstein.
2. Una expo. Bettina Rheims en la Maison Européene de la Photographie. La expo más grande organizada para celebrar el talento de esta ex modelo, hija de un diplomático francés, discípula de Helmut Newton. 180 imágenes de prostitutas, animales disecados, travestis y famosos fotografiados a color y con abuso de flash cuelgan de las paredes de uno de los museos menos visitados de París. Merece la pena apartar un momento para colarse en la biblioteca del museo cuyos fondos superan a lo que ofrece la librería. Para perezosos o coleccionistas, el catálogo, publicado por Benedikt Taschen ofrece más material documental. Ojo, solo hasta el 27 de marzo.
La felicidad es buena salud y mala memoria. Ingrid Bergman.
3. Un sushi bar. Toyo Nakayama, formado como chef personal del diseñador Kenzo, defiende una de las barras de sushi más espectaculares de París en el corazón de Montparnasse. Un retrato suyo, pintado por el modisto, te recibe al entrar, el resto es pura delicadez gastronómica no apta para aficionados a la comida nipona a los que aún se les deshagan los maquis en el bol de soja. Cierra los domingos.
Cuando lo que eres es lo que quieres ser, eso es felicidad. Malcolm Forbes.
4. Una escapada. Springsteen en Anoeta. El plan es el siguiente; agarra un avión de los hélice de Air Nostrum, y tras 90 minutos de vuelo, disfruta de las dimensiones de juguete del aeropuerto de Hondarribia. Recoge la maleta porque no te cabrá dentro de la cabina y al barrio viejo a calentar con pintxos y Txomin Etxaniz.
El boss acaba de sacar a bailar Dancing in the dark a una mujer de 91 años en Saint Paul (Minnesota). De acuerdo que la sonrisa de Courtney Cox aún te pone la piel de gallina, pero en Donosti al viento lo peina una escultura, así que todo es posible. Quedan aún entradas para el martes 17 de mayo en lo que será un homenaje a los 25 años del lanzamiento de The River. Y aún hay más, cada concierto está siendo grabado y puede luego comprarse en altísima calidad a través de Livedownloads, así que si gritas fuerte… imagínate.
La felicidad consiste en la frecuente repetición del placer. Arthur Schopenhauer.
5. Unas fotos. El fotomatón de la librería del Palais de Tokyo es un cascajo, pero los 90 segundos que pasas dentro, sin saber cuádo diablos saltará el pajarito, te devuelven a la niñez. Cuando la maquina escupa la tira de cuatro fotos, aún húmeda, y veas tu retrato sobre un fondo de espiral, te sentirás más joven. Si puedes no entres solo. O sola. Ve con alguien al que quieras mucho. Y si no lo tienes cerca, prueba a meterte con un desconocido. Quizá al salir el fotograma te lleves una sorpresa.
La mayoría de las personas son tan felices como ellas mismas deciden ser. Abraham Lincoln.
6. Un podcast. El golpe, el programa de crónica negra del periodista y novelista Javier Márquez Sánchez producido por Spainmedia Radio es ideal para sentarse en la mecedora. Márquez es subdirector de Forbes, escribe novela negra, toca la guitarra y además le da al micrófono. Humor negro en formato podcast.
Dentro de veinte años probablemente estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Así que suelta las amarras. Navega lejos del puerto. Atrapa los vientos favorables en tus velas. Explora. Sueña. Descubre. Mark Twain.