La periodista Paloma Chamorro ha muerto a los 68 años de edad. Fue un icono de las tendencias culturales en los años ochenta en televisión, gracias a programas como La edad de oro, que se emitió entre 1983 y 1985. Es responsable de una televisión rebelde e incorrecta, de programas en los que entrevistaba a actores de la cultura más underground, sin olvidarse de artistas tan reconocidos como Joan Miró, Salvador Dalí o Miquel Barceló. Trataba a los artistas como personas con una absoluta necesidad de expresión y llamaba la atención el respeto con el que conciliaba las genialidades de ellos en directo.
El espacio fue considerado un escaparate para lo más vanguardistas del momento y convirtió a su presentadora en la musa de la Movida madrileña. Chamorro ha sido clave en la modernización del país y en la reivindicación de la libertad de expresión de la actividad creativa. Entendió el oficio del periodista cultural como un trabajo de divulgación, exposición y normalización de una escena alternativa llamada a redecorar España.
El nombre de La edad de oro fue un homenaje a la película de mismo título dirigida por Luis Buñuel y Salvador Dalí en 1930. Por allí pasaron Almodóvar y McNamara, Radio Futura, La Mode, Alaska y Dinarama, Siniestro Total, Loquillo, Gabinete Caligari, Los Coyotes, La Frontera, Derribos Arias, Golpes bajos, Aviadro Dro, Glutamato Ye Ye... Un friso exacto de la parálisis cultural de la que quería escapar el país. También pasaron por el programa artistas como Lou Reed o The Smiths. El arte también tenía un lugar especial entre sus intereses, con entrevistas a Guillermo Pérez Villalta, Javier Mariscal, El Hortelano, Ouka Lele, Alberto García Alix, Fernando Vicente, Ceesepe, Robert Mapplethorpe o Christo.
"No puedo dejar de pensar que el hecho de que las artes plásticas sean una cosa de moda en este país tiene que ver conmigo. No puedo dejar de pensar que soy un poco culpable de que haya 299 galerías en Madrid, en lugar de 14 como había antes... Ahora pincho la televisión, y ¿qué veo? Todos los culebrones, todos los concursos, toda la basura contra la que he luchado. Ellos han ganado la partida", explicaba Chamorro al poeta y editor José Luis Gallero, en diciembre de 1990.
Chamorro llegó a ser procesada por ofensas a la religión por el programa de La edad de oro del 16 de octubre de 1984, pero acabó absuelta por la Audiencia Provincial de Madrid en 1990. Un abogado se querelló contra la periodista por ofensas a la religión católica, al presentar en el programa un crucifijo rematado por la cabeza de un cerdo. La presentadora fue puesta en libertad provisional y la resolución declaraba a TVE responsable civil subsidiaria.
Ella se definía como "filósofa de la acción", porque aprendía de sus entrevistados, porque se acercaba a ellos para ampliar su sabiduría. Siempre ligados al arte contemporáneo en todas sus disciplinas. Como recordó Pablo Carbonell, en una entrevista con EL ESPAÑOL, “la Movida no fue una tomadura de pelo". "En La Movida todos disfrutamos mucho y fuimos los más tolerantes y divertidos del mundo. Éramos una nueva voz joven, en los ochenta la mayoría de la población tenía 20 años. Fue muy bonito. Todo era de todos y todo estaba muy bien".
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha hecho un comunicado oficial sobre el fallecimiento, en el que asegura que "fue una persona con un profundo sentido crítico de la realidad; transgresora y provocadora si bien como ella misma aseguraba nunca había buscado polémicas sino ensanchar los límites de la libertad de expresión".
Paloma Chamorro hizo otros programas en televisión española como La estación de Perpiñán y La realidad inventada.
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