Las primeras cuentas de José Miguel Fernández Sastrón como presidente de la SGAE, que tendrá que defender en Asamblea el próximo 22 de junio, no cambian los viejos modos de la entidad de gestión de derechos de autor: en 2011 la Guardia Civil irrumpe en el Palacio Longoria (operación SAGA) y la entidad gasta un bruto de 375.000 euros en dietas. EL ESPAÑOL ha tenido acceso a las cuentas de 2016, y llama la atención cómo se dispara esta partida hasta los 830.225 euros brutos, a los que hay que sumar 159.513 euros de las dietas de los miembros eméritos y expertos.
De esta manera, la entidad gasta 989.739 euros entre los miembros del Consejo de dirección, que se reunió 15 veces, y de la Junta Directiva, que lo hizo en nueve ocasiones (y los expertos). También suman en dicho informe varias reuniones de consejos territoriales, comités profesionales, comisiones y grupos de trabajo. Cada reunión de la Junta Directiva se paga a 110 euros.
El miembro de la cúpula que más se ha beneficiado de estas condiciones es el compositor Javier Losada, vicepresidente de la SGAE, que ha sumado 39.307 euros en el año. Junto a Losada (que representa al Colegio de obras de pequeño derecho) hay otros tres vicepresidentes más: Miguel Hermoso (Colegio de obras audiovisuales) acumula un total de 38.175 euros, Paloma Pedrero (Colegio de obras de gran derecho) con 35.000 euros y Álvaro de Torres (del Colegio Editorial) con 26.865 euros.
Ni siquiera el propio presidente es tan activo como sus vicepresidentes: 19.194 euros en dietas se ha embolsado Fernández Sastrón. Una cantidad más limitada que los 66.732 euros que ingresó en 2013, año similar en gasto del total de dietas. Manolo Tena fue el miembro que menos ingresó, 2.234 euros; falleció el 4 de abril del año auditado.
En deuda con los autores
A pesar de estas cifras, la auditora destaca en su informe que la mayor deuda de la SGAE “es con sus socios en concepto de reparto de derechos de autor”. Los pendientes de pago suman 45,5 millones de euros por repartir. En 2015 eran 53,8 millones de euros. Es importante recordar que la SGAE es una entidad sin ánimo de lucro, cuyo objeto o fin social se centra en la realización de actividades sociales, asistenciales y promocionales, a favor de los autores de obras de gran y pequeño derecho. Es decir, tiene un carácter asistencial, pero no cumple con ello. El agujero negro de la SGAE, los “derechos pendientes de identificar” se cierra, pero poco: de 80,4 millones de euros han pasado a 74,9 millones de euros que quedan sin abonar a sus titulares.
La SGAE creció en dos millones de euros en 2016, gracias a las aportaciones de los derechos de autor: de 55,7 millones de euros llegaron a recaudar 57,3 millones de euros.
La partida de gasto personal también merece la pena ser destacada, porque ha aumentado en casi 3 millones de euros. En estos momentos, la SGAE gasta 28 millones de euros. En 2016 la sociedad acometió un duro ERE que disparó las indemnizaciones hasta los 1,3 millones de euros. El año anterior apenas pagaron 280.000 en el mismo concepto. Sin embargo, a pesar del recorte de puestos de trabajo, el gasto en sueldos y salarios no deja de crecer y sumó 20,8 millones de euros, 1,4 millones de euros más que el año anterior, a pesar de tener menos trabajadores en activo.
Salvados por Spotify
El informe subraya la música a la carta sin descarga como el predominio de ingresos a la SGAE, con 3,7 millones de euros, un 16% más que en 2015. La principal fuente de ingresos para los socios de la SGAE, tal y como indican, en 2016 ha sido Spotify. “Spotify se ha mantenido como la primera fuente de ingresos en esta modalidad aportando 2,2 millones de euros, por delante de la plataforma YouTube, con 0,9 millones de euros, que ha duplicado su aportación con respecto al año precedente”. Google Play, Xbox Music, VEVO o Deezer quedan muy lejos.
“Los volúmenes de escuchas y visionados de vídeos alcanzaron valores sin precedentes, superando los 500.000 millones”. El streaming de música se afianza como la primera fuente de ingresos con 3,7 millones de euros (64% del total), por encima de las descargas (1,1 millones de euros, 20% del total) y las obras audiovisuales (0,6 millones de euros, 10%).