Un equipo de arqueólogos halló, durante las obras de la línea 6 del Metro de Santiago, 60 tumbas y 96 vasijas, además de ajuares funerarios y collares, lo que formaría el cementerio indígena más grande de Chile central, informan hoy medios locales. La líder del equipo, Verónica Reyes, aseguró a radio Biobío que, "de acuerdo a los tipos de materiales asociados a los restos humanos", estos pertenecen a la cultura Llolleo, que se asentó en el país entre 200 y 1200 d.C.
Los trabajos de excavación se realizaron entre diciembre de 2012 y septiembre del 2014 pero hasta hoy no se había informado del hallazgo. Los restos óseos fueron encontrados entre 30 centímetros y 2 metros de profundidad, pero muy mal conservados por las crecidas del río Mapocho, lo que ha dificultado el análisis de las osamentas.
Esqueletos ocultos
"Eran unas fosas que habían hecho en las gradas del río. Ahí habían enterrado esos esqueletos y los habían vuelto a cubrir con la misma grada del sedimento asociado, junto a ajuares y ofrendas funerarias", explicó Reyes. Las piezas pasaron por un proceso de investigación arqueológica y en julio pasado fueron trasladadas hasta el Museo de Historia Natural, duplicando el número de vasijas que existían de esta cultura.
Reyes valoró la importancia de este descubrimiento asegurando que los otros registros del período que se tenían para Chile central "aportaban mucho menos información", por lo que continúa el proceso de conservación de los esqueletos.