Ayer no fue un día fácil para el presidente de la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos (DEV). Ayer Luis Quintans tuvo muchas llamadas, muchos mensajes y una buena noticia: el ministro de Agenda Digital, Álvaro Nadal, rectificaba su decisión de recortar dos millones de euros en ayudas a los nuevos creadores del sector, como adelantó este periódico. “El camino ha sido difícil pero el resultado final es esperanzador”, dice Quintans.
“Lo que ha pasado es muy importante: que un ministerio sea capaz de rectificar algo es muy difícil. Que un ministerio rectifique es muy importante. Seguramente José María Lassalle habrá ayudado a que esto suceda. Que haya sacado una nota de prensa después de decir que suprimía las ayudas es muy importante. Ya estaba pensando en otra alternativa para buscar la financiación en otra parte”, explica a este periódico el presidente de DEV.
Quintans, CEO de Badland Games, está curtido en malas caras. Llegó al frente del lobbie de la industria hace unos meses, tras la dimisión de Ignacio Pérez Dolset, imputado por la operación de la UDEF contra el fraude del grupo ZED, por un supuesto desvío de 67 millones de euros de ayudas públicas.
Romper con el pasado
La semana que viene Quintans presentará el Libro Blanco del Videojuego, que analiza anualmente los avances del sector, y adelanta a este periódico que tendrá una entrevista con el ministro Álvaro Nadal unos días antes. Una cita clave para atar las necesidades de una industria cultural que no deja de crecer.
“La decisión de suspensión de las ayudas fue humana. El ministro debió mezclarlo con Ignacio Pérez Dolset. Pero yo no soy él. Soy una persona normal y de la industria. Estamos trabajando por la transparencia y para que se nos tenga en cuenta. No pedimos nada, sólo un poco de pienso”, cuenta el profesor de la Universidad Francisco de Victoria. “No digo que haya que subvencionar al sector. Pero sí necesitamos ayudas bien tuteladas y asignadas”. Quintans explica a EL ESPAÑOL que con ellas generara más de los dos millones de euros invertidos.
Una oportunidad única
El presidente del sindicato está contento. Ha logrado hacer rectificar al ministro y eso no ocurre todos los días. Es una buena noticia para DEV: “Las dudas del pasado no pueden echar abajo nuestro trabajo. Al final se ha rectificado y seguramente negociemos hasta más importe. No podemos dejar pasar otra oportunidad ahora que tenemos a los políticos de nuestra parte. O lo hacemos ahora o nunca”.
Es cierto. En las sesiones de control a la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados, grupos como Ciudadanos y Podemos inciden en el desarrollo de un plan que reme a favor de las necesidades de este sector en alza. Curiosamente, el videojuego está considerado un bien cultural y es una industria, es decir, aprovecha las políticas de dos ministerios: Educación, Cultura y Deporte y Energía, Turismo y Agenda Digital. Pero uno tiene dinero y el otro… buenos propósitos.
Entre dos ministerios
“Los presupuestos que manejan ambos ministerios son abismales. Dependemos de Cultura, porque el videojuego está considerado bien cultural, pero nos acercamos a Agenda Digital, porque somos una industria y queremos depender del Ministerio Agenda Digital, porque tienen muchísimo dinero”. Lo mismo piensa el resto de industrias culturales. Quintans asegura que el videojuego es una obra de arte, desde la narración al diseño visual.
¿Hay motivos para la esperanza? “Desde luego, que un ministro quiera reunirse conmigo es importante. Hemos dado un paso de gigante y no hay que desaprovecharlo. Este tren sólo va a pasar en esta ocasión. Tenemos que tirar para adelante juntos, unidos”. ¿Qué le falta al sector para hacer más presión a los poderes públicos? “Cada vez se nos tiene más en cuenta para que el videojuego se haga visible en los ministerios. Es un trabajo que no se había hecho hasta el momento. DEV antes era un desorden”.
Así pasan del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a de Agenda Digital. Quintans conoció el otro día al secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, con la cita de la primera Mesa del Videojuego, en la que se reunieron todas las Comunidades Autónomas para activar el apoyo a la industria. La semana que viene conocerá a Nadal. A Méndez de Vigo todavía no lo conoce.
Profesionalizar el sector
Cuenta que en España hay mucho talento. Él es profesor y se encuentra a esos chicos y quiere pelear para que su talento no se desperdicie. Quiere que las empresas grandes se comprometan con los nuevos licenciados universitarios. “En España sólo hay dos grandes empresas de videojuegos”. El objetivo es crear el ecosistema necesario para que puedan crecer. La paradoja es que la facturación ha aumentado un 20%, pero se cierran más estudios que en 2016.
“En dos años saldrán 2.000 licenciados y vamos a tener un problema, porque no hay suficientes empresas para asumirlos. Esta situación conduce al autoempleo, con proyectos pequeños, que generan puestos de trabajo joven. Necesitan ayuda. No soy partidario de la subvención, pero 50.000 euros a un proyecto que empieza es necesario”, añade.