Hay un hombre en España que lo hace todo. Alex O’Dogherty canta, actúa y hasta sobrevive a los Goya, ¿se imaginan? Sobrevive de la cultura, se reinventa. Hasta puede divagar al teléfono sobre humor, política y arte mientras transporta un sofá -esta periodista da fe-. Cuando se levanta el bombín, vuelan lejos los pájaros negros. Está lleno de esa energía que se gesta en los días de hastío, y vuelca en Muévete, su nuevo disco, toda la alegría del que entiende la amargura... pero le levanta la ceja.
Me dices que Muévete es una canción muy buenrrollera y también, un poco, una llamada al emprendedor. ¿Que si creo que estamos un poco amuermados…? Bueno, yo no sé lo que le está pasando a la gente, sé lo que quiero que me pase a mí, y estas canciones las escribimos para nosotros aunque ojalá le sirvan a todo el mundo. Hay una corriente de gente guay y emprendedora que se está buscando la vida, y, con las mismas, hay gente apalancada. No hay otra salida: o sentarnos a esperar a que nos llamen, que es muy desesperante, o montártelo por ti mismo, que es un horror pero es muy gratificante. Puedes sufrir si el resultado no es como quieres, pero también puede ser algo guay y darte el gusto de hacerlo. Con este disco es un poco así.
Estoy convencido de que es tan bueno como cualquiera de los que están triunfando ahora mismo, sólo necesitamos que llegue al público. En cualquier caso me sentiré bien, me sentiré orgulloso de haberlo hecho y de haber estado con todos los músicos… creo que es un poco triste, antes la gente hacía un disco intentando que se comprase y ahora sólo intentamos que se escuche. ¡Está en las plataformas digitales, se puede escuchar gratis…! Lo importante es que les guste y podamos tocarlo en directo. La esperanza de hacer dinero con un disco está perdida.
Estoy convencido de que somos muchos los que no paramos de hacer cosas. La cultura no está parada. Esto es un guiño para que la gente que no sepa que hacer vea que una buena opción es ponerse a inventar. Todos tenemos que inventar un poco. Y además, mientras haces cosas, puede que haya gente fijándose en ti: a mí muchas veces me han llamado para hacer algo en televisión porque me han visto en teatro haciendo algo, una cosa alimenta a la otra.
La cosa sólo puede mejorar es otro de los temas, sí. ¿Que si es una forma de decir que en España ya no podemos caer más bajo? (Ríe). Bueno, sí, van por ahí los tiros de la canción. Va desde lo más pequeño a lo grande: desde que tienes una mañana de Pepe Viyuela, como yo digo, que todo se te cae de las manos, hasta cosas más graves como las que están pasando aquí. “Si al encender la ventana te deprime el panorama”, canto, y me refiero a la televisión, claro. Lo de “la cosa sólo puede mejorar” es un mantra que nos tenemos que repetir en voz bajita porque si lo decimos en voz alta lo mismo sigue empeorando, ¿sabes? Luego pasa que las entradas no se venden como tú quieres, que no salen conciertos, lo que sea… así que me tengo que recordar de vez en cuando mis propias canciones.
Me preguntas para qué sirve la música, si puede ser un arma. Bueno, yo pienso que de todas las armas culturales la música es la que tiene más fuerza. Y como muestra, un botón: los estadios de fútbol se llenan, aparte de con el fútbol, con los músicos. Hay películas que también va a ver mucha gente, pero así, de una sola tacada… sólo las estrellas del rock. La música le cambia la vida a la gente, el estado de ánimo. Estás hecho una puta mierda, y de repente suena en la radio una canción y dices… ¡a la mierda todo! ¡Te pones las pilas! Ojalá mi música le cambiase el ánimo a mucha gente. Una canción la puedes escuchar mil veces. La proporción es un poco así: la música es lo que menos nos cansa. Prince, Red Hot Chilli Peppers, Michael Jackson… me dan la vida. Y Jamie Cullum para regodearme. Y el Luna de Miel de Mastretta me pone melancólico.
Me recuerdas que hice un año de Filología, que después me fui a Londres a doblar camisetas para Benetton y que canté en el metro con un amigo. ¿Que cómo se pasa del precariado al éxito, que si le vuela a uno un poco la cabeza…? Bueno, todo pasó muy poco a poco, así que no me voló nada. Yo cuando empecé siempre escuchaba lo de: “¿Por qué no estudias algo seguro? ¿Algo serio? Una carrera”… Pero hoy día imagínate, no hay nada seguro. Yo siempre recomiendo, con todo, que la gente se prepara muy bien. Hoy vienen niños con 18 y 19 años ya preparadísimos, con sus clases de canto… a mí me gusta que triunfe esa gente y no la gente que no tiene ni puta idea de nada. No me refiero a youtubers, ¿eh?, porque hay algunos inútiles pero otros con talento.
¿Que si creo que si Méndez de Vigo hubiese trabajado en un McDonalds hoy cuidaría más la cultura? (Risas). Seguro. Bueno, a mí me da miedo pensar que no saben lo que hacen, y luego me atemorizo cuando veo que saben lo que hacen. Un pueblo sin cultura es más fácil de manipular, y el Gobierno nos está atontando deliberadamente para controlarnos a todos. Yo hace años, cuando trabajaba en Buenafuente, canté una canción: Nos quieren tontos. “Nos quieren tanto que nos quieren tontos...”. El PP nos quiere tanto que nos quiere tontos, sí. Tenemos que darnos cuenta y no permitirlo. Tenemos que seguir leyendo y aprendiendo. Luego estarán los que les harán caso y se los crean… pero es un ataque sistemático. Han llegado a convencer a buena parte de la población de que la gente de la cultura es gente mala. Tienen un afán enfermo por echar a Willy Toledo de España.
Es esa actitud de “si no te gusta, vete de aquí”. A mí alguna vez me lo han hecho por las redes...y eso que yo no soy muy comentarista político, pero cuando lo he hecho… madre mía. Nos quieren tontos, nos quieren callados. Es la política del miedo. Dices “los Borbones a los tiburones” y te viene la policía: el mensaje que mandan está claro. A lo mejor el chaval rapero al final no va a la cárcel, pero se lo va a pensar la próxima vez. Está en marcha la maquinaria del miedo.
Lo de que el PP odia al cine español tras del No a la guerra, del que se han cumplido 15 años, no es una hipótesis, eh. Está contrastado. Ahí se inició la campaña del odio y el castigo hacia el cine y se consiguió, no sólo con lo del 21%, sino consiguiendo que el resto de sus acólitos se convencieran de que el cine era una lacra, de que estaba subvencionado, no sé qué… me descojono por no llorar. No estamos subvencionados en este país, y menos en el cine. ¡Si vieran lo que dan otros países a la cultura…! Joder, pero a la gente le gusta la cultura. La necesita, y yo lo noto. A mí cuando acabo un show me dan las gracias, y eso es lo mejor que le puede pasar a un cómico, a un artista o lo que sea.
Yo lo recibo así de bien porque yo también lo siento cuando voy a ver a algún artista. Yo he querido abrazar muchas veces a una persona que me ha hecho feliz encima de un escenario. Es un servicio muy importante. Me niego a creer que incluso la gente que no consume cultura no sea capaz de disfrutarla. ¿Que qué cultura consume el PP? (Ríe). Bueno, me niego a que el consumo sea 0. El PP consume cultura sólo de gente muerta, como Antonio Machín (ríe). No sé, es que son los reyes del cinismo. Creo que fue Quequé quien dijo: “Nos toman por tontos… y hacen bien”. Es que la final le vamos a coger cariño al PP y todo (risas).
¿Que si soy más de Rousseau o de Hobbes? Yo de Rousseau, claro, porque si no van a conseguir lo que quieren, que es deprimirnos a todos… son como los morlocks de La máquina del tiempo. Suena la máquina y todos a trabajar, mirando al suelo… hemos vivido tiempos mejores. No sólo para la cultura, sino para todo. Ahora estoy seguro de que no va a estallar otra guerra civil, pero sí que puedo vislumbrar los motivos por los que estalló, ¿sabes? Veo comentarios de la gente y me quedo… porque ahora vivimos en otra época, pero vaya, que veo que ahora hay comentarios del tal odio que están a punto de coger una escopeta. En otro momento lo hubiesen hecho.
Hay gente que pide la horca para la gente que no le gusta. Hace 20 años, cuando yo empecé, había más libertad, eso está claro. Se podía hablar, se podían decir las cosas sin que nadie se escandalizara. Se vertían millones de opiniones. Creo que antes, como nos contactábamos menos, pues era mejor. Este acercamiento que han provocado las redes sociales y la era de internet… es jodido. No deberíamos tener tanto contacto entre nosotros. Es como una pareja cuando pasa tiempo sin verse, pues se pilla con más ganas, ¿no? No deberíamos conocer tanto la opinión de los demás. A mí me da igual. Creo que puedo llevarme bien con la mayoría de la gente.
¿Que si el humor tiene ideología…? Bueno, el humor no es un ente, el humor lo hacen las personas y las personas sí tienen ideología. A mí me encanta que cada uno haga el humor que le parezca. Yo estoy cada vez más sorprendido de que se castiguen las palabras, los hechos… me parece de ciencia ficción lo que está pasando. Yo también soy capaz de ofenderme por algunas palabras, pero hago el ejercicio de salir de mí mismo, de mi cuerpo, y de decir “qué es esto”. Hay chistes muy salvajes. Yo sigo a los cómicos de EEUU y hay gente que hace chistes muy salvajes, pero lo entiendes como chiste y te ríes. Tenemos que tener ese punto de salud, y si no te gusta, es muy sencillo: no lo veas. A mí me han cansado siempre los chistes sobre andaluces. El coñazo este de que la gente se riera cuando nos escuchaba hablar. Pero vaya, que no me hace gracia pero no pido la cabeza de nadie. También depende de la calidad del chiste, porque alguno bueno hay. No hay chistes ofensivos, hay chistes malos y buenos. Tampoco me encanta cuando alguien acaba de morir y hay alguien ya haciendo un chiste sobre ello… a menos que fuera Hitler, entonces me parecería bien.
Me preguntas que cómo hemos vivido los cómicos la explosión del feminismo, que si hemos cambiado en algo nuestros textos o nuestros chistes. Bueno, a mí me pasa un poco de todo. Por un lado me ha hecho pensar hasta qué punto he hecho yo un chiste machista. Yo sé que hay cosas que se dicen “¡de toda la vida!”, pero te digo: mira, igual que antes se quemaban brujas y ya no se queman. Es que lo de “esto es de toda la vida”… es una mierda, ¿no? Igual que se han matado a los toros toda la vida y yo creo que ya es hora de que no se maten. A mí hay comentarios que se hacen sobre las mujeres y me ofenden. También hay posturas de ciertas feministas que me parecen excesivas. Lo que es cierto es que la mujer se merece otro trato y que lo que tenemos que conseguir entre todos es la igualdad, no hay más que eso. Me dices lo que decía Cospedal de Cifuentes, que atacarla era machista… mira, no, a Cifuentes no se la ha atacado por ser mujer, sino por ser mentirosa y caradura.
¿Que a quién haría yo ministro de Cultura? Pues a Pilar Bardem. Aparte de porque he hecho una película con ella y la adoro, me parece ejemplar y maravillosa y coherente. Está muy preocupada por la gente y por la cultura. Nos cuidaría muy bien. Es culta y trabajadora. Ya está mayor, la pobrecita, medio malita… pero la Pilar que conocimos todos es espectacular. Ha luchado muchísimo. ¿Un SMS para Rajoy? Márchese.