Los retos a los que se enfrenta Màxim Huerta como ministro de Cultura
- El escritor coge una cartera con muchos incendios dejados por su sucesor Méndez de Vigo.
- Màxim Huerta, ministro de Cultura de Pedro Sánchez
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Todos los focos estaban puestos en el Ministerio de Cultura. Todos los nombres de las ministras y ministros se habían filtrado durante las últimas 24 horas. Para el final Pedro Sánchez se dejaba una última bomba: Màxim Huerta como responsable de una cartera que el nuevo presidente del Gobierno reconoció que nunca tenía que haberse fusionado con Educación.
Huerta no estaba en la quiniela que se barajaba en un día frenético. Casi todos apostaban por un nombre del cine, pero finalmente fue una persona más vinculada a la televisión y, sobre todo, a la literatura la que se ha llevado uno de los Ministerios más mediáticos. Ahora el escritor tendrá que enfrentarse a muchos retos, empezando por aprobar unos presupuestos que no son buenos para su sector. Estas son las tareas más urgentes para Màxim Huerta.
La SGAE
La situación en la SGAE es insostenible desde hace años. Las guerras internas y los escándalos por corrupción han salpicado a la entidad gestora de derechos constantemente. Este año saltaba por los airea de nuevo al conocerse el escándalo de la rueda, que el actual Gobierno dejó a medias y que el nuevo Ministro de Cultura va a tener que solucionar.
Actualmente la SGAE ha visto cómo se anulaba el laudo por el que se puso fin al conflicto de la rueda, por lo que se vuelve a no haber límites en el saqueo a los derechos gracias a la franja nocturna. Más de 270 creadores se han manifestado en contra de dicha práctica (entre ellos Pedro Almodóvar) y de la reforma de los estatutos aprobada gracias a su presidente José Miguel Fernández Sastrón.
Cultura incluso avisó a Sastrón que podría tumbar dicha reforma ya que “la aprobación de los estatutos de la SGAE precisa, en última instancia, de la autorización de este Ministerio, que podrá rechazar aquellos apartados de los estatutos que no sean acordes con la Ley de Propiedad Intelectual y que no favorezcan los intereses generales de la protección de la propiedad intelectual”. Un buen marrón para empezar en el Ministerio.
Ley de Propiedad Intelectual
Otro de los asuntos que más vueltas han dado durante todo el tiempo del PP en el Gobierno ha sido la reforma de la LPI. Rajoy prometió quitar el canon digital instaurado por Ángeles González-Sinde, y cargó la compensación por copia privada a los presupuestos generales del estado. Resultado: Europa dijo que eso era ilegal y que había que compensar a los autores y buscar otra forma, así que volvieron al canon que antes rechazaron. Mientras todavía se discute sobre cuál es la mejor forma de compensarles y que todo el mundo quede contento.
Ley de Mecenazgo
El anterior gobierno se quejaba de la excesiva dependencia de las instituciones culturales a los presupuestos Generales del Estado, y por ello apostaba por incentivar la inversión privada en el sector cultural. Desde que llegó Rajoy al poder sus dos secretarios de Cultura (José María Lassalle y Fernando Benzo) prometieron una Ley de Mecenazgo para que las empresas privadas invirtieran en las instituciones del sector. Se han ido del Gobierno sin cumplir, y ahora será Màxim Huerta quien tenga que ponerla en marcha.
Más dinero en los museos estatales
El Museo del Prado (el más beneficiado en los Presupuestos Generales del Estado) se queja de que el dinero que les da Cultura no les da ni para pagar el 60% de las nóminas. Si ellos se quejan, imaginen el resto de museos estatales repartidos por todo el territorio español, que están abandonados y han sufrido la política de recortes en sus carnes. Muchos de ellos han tenido que amenazar con cerrar porque no tenían ni seguridad, y hace poco el Museo Arqueológico confesaba que si hubiera una amenaza terrorista no habría personal para evacuar correctamente el edificio. Nuestros museos necesitan la actividad del nuevo ministro de Cultura.
Transparencia en los museos estatales
El Prado, el Thyssen y el Reina Sofía publican sus cuentas todos los años, pero lo hacen de forma obtusa. Se publican en el boletín oficial del estado y de una forma muy técnica que impide que los ciudadanos puedan controlar de forma absoluta en dónde se gastan el dinero las pinacotecas que dependen del estado. Peor es el caso del resto de museos estatales, que ni siquiera las publican.
Estatuto del artista
Los artistas tienen una condición laboral peculiar. Trabajan durante dos semanas, están en paro durante dos meses, vuelven al trabajo… pero esa intermitencia les impide tener un subsidio por desempleo, les dificulta cotizar el tiempo suficiente para tener una jubilación digna y otras muchos temas que se han tratado en la comisión formada en la mesa de cultura del congreso para llegar a un acuerdo.
Las fechas puestas sobre la mesa decían que se tenía que haber acabado hace un año, pero ahora estiman que seguirá otros seis meses. Será el nuevo ministro el que tenga que dar el visto bueno a un texto fundamental.
IVA del cine
En septiembre de 2013 Montoro vino con las tijeras y subió el IVA a la cultura hasta el 21%. La promesa era que cuando pasara la crisis se volvería a bajar. Aunque ellos decían que todo iba bien el impuesto no bajaba, y sólo en los penúltimos presupuestos aprobados y por la presión de Ciudadanos claudicaron, pero con una condición: el cine se quedaba sin bajada. Era el castigo máximo a un sector al que la derecha castiga desde aquel No a la guerra del que se han cumplido ya quince años.
Cuando el castigo se iba a levantar, con la aprobación de los presupuestos de 2018 con el apoyo del partido de Rivera y el PNV, la moción de censura prosperó, por lo que el PSOE tendrá que presentar otras cuentas que consigan un apoyo mayoritario, y entre las que seguro que está la ansiada bajada del IVA.
Más dinero para las ayudas al cine
El cine recibe menos dinero que nunca. Desde hace años tiene las partidas congeladas. Desde el Gobierno mantienen que se subieron hace dos cursos, pero todo responde a que en estos momentos se vive un periodo de convivencia de dos modelos de ayudas, el de amortización en el que se pagaban en función de la taquilla dos años después, y las nuevas ayudas que se dan por un sistema objetivo de puntos. La realidad es que las subvenciones para producir en 2018 suman 30 millones, y todo el dinero para el cine 70. La fundación alternativas ya ha dejado claro que esta cantidad es insuficiente, y que habría que aspirar a alcanzar los 300 millones que ya da Italia.
INAEM y Zarzuela
En los últimos meses se aprobó la polémica fusión entre el Teatro de la Zarzuela y el Teatro Real, de hecho Comisiones Obreras ya ha aprovechado el cambio de Gobierno para, antes de saber quién sería el nuevo ministro, pedir que se declare nulo el real decreto que fusiona ambas instituciones.