Durante la inspección previa a la construcción de un edificio en el barrio de Sidi Gaber, en Alejandría, un grupo de arqueólogos del Ministerio egipcio de Antigüedades ha descubierto cuatro tumbas, de las cuales una es la más grande encontrada en Alejandría y lleva grabada una inscripción en la que se puede leer el nombre del rey Ptolomeo IV, datando este descubrimiento del período helenístico.
El inmenso sarcófago tiene un tamaño de 185 centímetros de alto, 265 cm de largo y 165 cm de ancho, es de granito negro y los profesionales lo han considerado el mayor féretro encontrado en Alejandría hasta el momento. Mustafá Waziri, secretario general de dicho Ministerio, ha explicado que este sarcófago mantenía una capa de mortero intacta entre la tapa y el cuerpo protagonista de la tumba, indicando que no ha sido abierto desde que se selló hace más de dos mil años.
Cabeza misteriosa
El féretro que se ha encontrado a 5 metros bajo tierra, incluía también una cabeza masculina de alabastro que probablemente representaba o correspondía al propietario de la tumba, aunque parece haber sido desfigurada intencionadamente. Aún no se ha podido confirmar la identidad del destinatario de la tumba.
El director del sector de Antigüedades, Ayman Ashmaui, ha querido especificar que el texto que se puede reconocer en el primer pozo, además de nombrar al monarca, llevaba hacía una cámara funeraria, que fue donde posteriormente hallaron otras tres tumbas talladas en las rocas, dentro de las cuales se encontraron féretros de madera, vasijas y envolturas para preservar las entrañas, probablemente, de animales. Siendo estos sepulcros rectangulares, más pequeños y conservándose en peores condiciones que la tumba principal. Encima de los cuales hallaron una lámina de resina negra en buenas condiciones de conservación.
La dinastía Ptolomeica rigió Egipto por casi tres centurias, del año 305 al año 30 a.C, bajo el reinado de un total de 12 Ptolomeos, un Arsinoe, 4 Cleopatras y una Berenice, hasta caer finalmente ante el Imperio Romano.