El cómico Manu Sánchez llama "mierda" a Rober Bodegas y defiende a los gitanos

El artista Manu Sánchez ha defendido siempre la libertad de expresión y el uso del humor para expresarse, asumiendo cualquier tiempo de consecuencias. “El humor, un asunto muy serio”, ha llegado a declarar el cómico, “es una forma en la que se cristaliza la libertad de expresión”.

Sánchez, que es uno de los comediantes más populares de la Andalucía millenial, conoce perfectamente el funcionamiento de la herramienta con la que trabaja y las mellas que puede llegar a hacer. “El humor intenta hacer reír pero también hacer pensar y reflexionar”, admitió en una entrevista.

Como muchos otros cómicos, Sánchez también ha saltado a la palestra para reflejar su opinión acerca de Rober Bodegas y su monólogo refiriéndose a la raza gitana. En esta ocasión parece ser que se ha olvidado de su ADN y de incidir en que “si la libertad de expresión tiene límites ya no es una libertad”. En su Twitter ha dejado bien claro de qué parte de la trinchera está y el por qué, llevándole la contraria al resto de sus compañeros con respecto al tema.

Su posición es que defiende "la libertad absoluta e intocable para decir lo que se quiera en todas las direcciones": "En todas", puntualiza. "A ver si sólo se va a poder ser libre para un lado. Puntería y valor. Y menos lloritos", ha comenzado, aludiendo a las amenazas de muerte que dice haber recibido Rober Bodegas.

Hay quien le ha contestado que es de "muy mal gusto exponer a tu compañero Rober Bodegas por tu minuto de gloria", y él no se ha andado con tonterías: "El Rober Bodegas ese no es mi compañero DE NADA. Estoy del lado de las gitanas y los gitanos. Que cada uno elija su trinchera. Condeno las amenazas y cualquier violencia. Generalizar es una trampa. Y ser racista -aunque desde el humor- es de mierda, violento y con los llantitos de cobarde". 

Todo comenzó hace unos días. Rober Bodegas, del carismático dúo cómico Pantomima Full -a quienes ya entrevistamos en esta ocasión-, ya lo vaticinaba en el monólogo de la polémica: “Ya no se pueden hacer chistes sobre gitanos (…) Yo trabajo de guionista en la tele. Y cada vez que alguien hace un chiste de gitanos llega una carta, sorprendentemente bien escrita, pidiendo que no se hiciese eso más. Y ya no se hace. Es difícil ver un chiste de gitanos en la tele. Me parece bien. Ellos han pedido que no hagamos chistes, y lo estamos cumpliendo. Nosotros hemos pedido que vivan acorde a nuestras normas sociales, y ellos supongo que necesitan tiempo”. Las risas que retumbaron en ese momento en la sala no se han vuelto a repetir en la posterior valoración del texto cómico. La broma ha herido a la comunidad gitana, que subraya que “el racismo no es humor nunca”, y la avalancha de críticas ha caído sobre Rober Bodegas como un jarro de agua fría.

Él ha contestado así en un comunicado: “En vista de las reacciones que ha suscitado el extracto de una de mis actuaciones en el programa Central de Cómicos del canal Comedy Central en la que hablo sobre la comunidad gitana, quiero pedir disculpas públicamente a todas las personas que se hayan sentido ofendidas, tanto en su comunidad como fuera de ella”, comienza el humorista. “Entiendo y asumo que la provocación forma parte de mi trabajo y que pro ello las reacciones suelen polarizarse. Con relación a otras temáticas tratadas en el show, que suponen el 95% del mismo y nada tienen que ver con el asunto, también ha habido reacciones encontradas, aunque, por supuesto, no de este modo”.

“No obstante, en vista de las más de 400 amenazas de muerte recibidas estos días por personas ofendidas, así como la organización de batidas para buscarme y servir venganza, además de miles de insultos, veo y comprendo el error cometido. Por eso me reitero en mis disculpas”. Cuenta, además, que estos días se encuentra en zonas rurales de Centroamérica y que su conexión a internet es limitada, “por eso también me ha sido difícil encontrar tiempo para poder leer todo lo que he ido recibiendo y poder gestionarlo”.