Un anuncio de venta de puntas de lanza en internet, localizado en noviembre de 2017 por la Guardia Civil, inició la operación Muserola, que ha recuperado 92 piezas celtibéricas, expoliadas y vendidas por 1.700 euros, con además cuatro detenidos y un investigado.
Entre las piezas recuperadas, fundamentalmente realizadas en hierro, se encuentran puntas de lanza, una espada de hierro, hojas de puñales, bocados de caballo, muserolas -correas de caballo- y regatones (casquillo que se pone en el extremo inferior de las lanzas).
La delegada el Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha detallado hoy en rueda de prensa que se ha detenido a tres personas en Burgos, a otra en Toledo, y se investiga a una quinta en Cantabria, por supuesta receptación de ese tipo de objetos expoliados, cuya venta está prohibida.
El teniente del Seprona de la Guardia Civil Pedro Martínez ha explicado que gracias a la pista del anuncio en internet se ubicó el domicilio del anunciante, donde localizaron cincuenta piezas metálicas, aparentemente de gran antigüedad.
El Museo de Burgos y del profesor de Arqueología y Prehistoria de la UNED Ignacio Ruiz Vélez ayudaron a la Guardia Civil a identificar las piezas, concretar su procedencia y señalar su "elevado valor patrimonial e histórico".
Al parecer, el hallazgo de las piezas fue casual, cuando el expoliador, que trabajaba en una explotación de áridos en el Alfoz de Lara (Burgos), adyacente a un yacimiento celtibérico, estaba realizando un movimiento de tierras con una excavadora.
El teniente Martínez ha sostenido que en este momento no hay más piezas visibles en la zona, aunque creen que puede haber otras enterradas, por lo que ha evitado precisar la ubicación exacta. Algunas de las piezas localizadas se habían restaurado con cierto rigor por alguno de los compradores para facilitar su reventa o simplemente enlucirlas por motivos de coleccionistas.
Destacan una espada tipo "La Tène" de la cual no existe ninguna conocida en la provincia de Burgos y solamente dos en Castilla y León (Soria y Ávila); y una vaina de puñal tipo "Monte Bernorio-Miraveche". El teniente Martínez ha calificado de "irrisoria" la cantidad de 1.700 euros por la que se vendió el lote completo, probablemente para la reventa o para una colección privada.
La responsable del museo de Burgos, Marta Negro, ha explicado que barajan la hipótesis de que las piezas se encontraran agrupadas en un depósito votivo que se encontraba en una zona catalogada en la que había varios asentamientos celtibéricos.
Por su parte, el teniente coronel de la Guardia Civil en Burgos Alfonso Martín ha detallado que este tipo de infracciones pueden conllevar multas elevadas o penas de prisión de seis meses a tres años, aunque sus autores pueden también ser condenados a pagar la restauración por los daños que hayan sufrido las piezas.
A su juicio, estos delitos son "absurdos" porque expolian el patrimonio de todos para que vaya a parar a colecciones privadas, donde no se estudian y quedan a la vista de solo su propietario y su entorno más inmediato.