Marita Alonso es periodista, guionista y escritora. "Pero no me fío de esas personas que tienen mil trabajos, porque son una basura en todo, así que es probable que yo lo sea: tengo todos los trabajos de España. Colaboradora televisiva, reportera, lo que me echen". Es un torrente, Marita, una mujer desternillante, rapidísima y clara como una mañana. Rebosa humor, sensualidad, naturalidad y algo de ternura, todo trufado con un poquito de sarcasmo -la primera de sus armas 'a tomar'-.
Le habla a la vida, al amor y al sexo mirándolos a la cara, de tú a tú, como quien pide azúcar a un vecino, sacudiéndose el drama. Los dolores de corazón ya le son sólo un mal catarro: como decía Almudena Grandes en Malena es un nombre de tango, "a pesar de las apariencias, no pasa nada: nadie se suicida, nadie se muere de pena y nadie llora más de tres días seguidos. A las dos semanas, todos vuelven a engordar y a comer con apetito. Si no fuera así, la vida se habría extinguido en este planeta hace varios milenios".
Ella hace lo propio en Antimanual de destrucción amorosa (Aguilar) y Pulsus interruptus (Flash Relatos): es descacharrante, excesiva y cáustica. Dice que el amor es un herpes y pisa los añicos de la vida con bestial alegría, con loca entereza. Nunca se la pierdan: dentro del caos, no han visto criatura más auténtica y sincera.
¿Qué sabe Marita del amor con 33 que no sabía con 16? ¿Qué le dirías a esa niña que eras?
Pues le diría que todo pasa, tanto lo bueno como lo malo. Las rupturas… bueno, la primera es un desastre, pero luego lo vives como un catarro o como un sábado de resaca. ¿Que cómo se cura? Si te digo que con pastillas queda muy mal (risas). Te diría que leyendo, saliendo con los amigos e intentando no hacer esto que hacemos mucho las mujeres de darle vueltas a las cosas… al por qué de la ruptura. Se lo contamos a un amigo, luego a una amiga, luego a otra, tal. Intentamos escarbar y buscar el por qué, pero ahora sé que no hay por qué claro, no hay una clausura determinada. Hay que seguir, no darle vueltas a una cosa que ya ha pasado.
No crees en el amor para toda la vida.
No, no. No creo que existiese tampoco antes, pero por imposiciones sociales y por lo que te habían enseñado… pues casi que creías que lo tenías y aguantabas. El cine nos ha dado un discurso de amor para siempre, pero ¡hasta ahora el propio cine refleja ahora que esto no es así! Nos hemos dado cuenta de que es una convención absurda eso de que sólo puede haber un gran amor en tu vida. Ahora se dice abiertamente que existe el poliamor, cada vez hay más gente con su pareja abierta. Hay muchas formas de entender el amor y no tiene que ser ni con una misma persona ni con un género concreto. Yo creo que en el futuro nos reiremos de lo del amor eterno como ahora nos reímos del amor Disney, del amor romántico… Dentro de no tanto todo esto será algo muy obsoleto.
Pero, ¿tú eres capaz de tener una relación abierta o poliamorosa? Esto es lo típico: a muchos nos gustaría tener la mente tan abierta como para poder hacerlo sin sufrir, pero a la hora de la verdad…
Total, total, lo veo igual que tú. Yo no creo que sintiese tanto celos como inseguridad. Si mi pareja también estuviese con otra persona, pensaría: será porque es mejor que yo, será porque la quiere más… depende de la persona. Yo no creo que sea una moda, en cualquier caso, lo del poliamor. Nos habían vendido la milonga de que sólo seríamos felices con una única pareja. Y ya vemos que hasta el concepto “pareja” puede estar equivocado, o no ser el único. Yo voy de moderna, pero mira, luego soy una mujer del Medievo. Creo en el poliamor, por supuesto, pero yo no podría ejecutarlo. Me da envidia, ¿eh?
¿Y qué sabes hoy del sexo que no sabías con 16?
Pues obviamente, que el sexo está para que tú te lo pases bien, para que te lo pases igual o mejor que él. Las mujeres estamos acostumbradas a ver Cosmopolitan y todo esto de “mil formas de hacer que se corra”: pues lo interiorizas, y no te acuerdas de que tú no estás ahí para que él se lo pase bien, tienes que pensar también en tu disfrute. Además, el orgasmo no es ta nimportante. Vaya gilipollez. Hay mil formas de pasártelo bien y de disfrutar de la intimidad que no traen consigo un orgasmo, que es una cosa de un segundo y luego te da como a Nacho Vegas…
“Hasta los perros se ponen tristes después de eyacular”.
(Risas). Exacto. Esa tristeza.
He leído que contaste que llevabas toda la vida “sin pagar ni el pan usando tu escote”. Pero un día viste la película Cómo ser soltera y había una escena en la que un hombre le baja el escote a la protagonista y le dice: “Con esto no pagas una copa”. De repente, te pareció que era un comentario molesto. ¿Cuáles fueron los pequeños detalles que te llevaron a definirte como feminista?
Sí, fue totalmente así. También es verdad que me molesta el término “micromachismo”, estoy muy en contra de este concepto porque normaliza comportamientos machistas. Los suaviza. De repente somos permisivos con el machismo y creamos un término para quitarle hierro al asunto. Me acuerdo siempre que de pequeña iba a un cole muy bueno, muy pijo, y el director me daba una palmadita en el culo. Yo lo veía como algo normal. Ahora lo pienso y digo: qué horror, pero en ese momento estaba más normalizado… y hay una cosa que me da mucha vergüenza porque es reciente: yo hasta hace poco decía esto de “me llevo mejor con los hombres”, “prefiero que mis jefes sean hombres”.
Yo era bastante machista. Las gafas feministas no sé cuándo me las puse pero ahora lo veo tan claro todo… es muy importante que en los medios se promuevan discursos feministas porque a veces no te das cuenta de lo machista que eres. Soy una impostora (risas). Hasta he dicho lo de “no soy feminista ni machista, soy misántropa”. De pequeña me definía así. Ahora te puedo decir que soy feminista al 200%.
También has dicho que nos tienen que advertir de que nos van a romper el corazón, no sólo el himen.
Sí (risas). Qué bruta. Pues sí, pero es que no hay forma de evitarlo: si te intentas proteger no vives. No es tan importante protegerse como saber curarse cuando pasa. Al principio siempre es correspondido el amor, pero luego… joder, esto que dicen de “el amor es muy bonito”, mira, no: el amor es un herpes. Ya te digo que a las rupturas no hay que tenerles miedo, parezco un poco Mrs Wonderful: de cada despedida he aprendido un montón y ahora soy tan “paso de todo” gracias a que me hayan partido el corazón mil veces.
¿Crees que las mujeres ponemos más emocionabilidad en el sexo que los hombres? De ser así, ¿es una cuestión social o biológica?
Sí, sin duda, y es una razón biológica. Es la oxitocina, que la generamos cuando tenemos un bebé y cuando tenemos sexo. No es de forma voluntaria: es una hormona que hace que te impliques o cojas algo de cariño a una persona por haberte acostado con ella. No somos más débiles, ni más enamoradizas, ni nada, es una puta hormona que nos hace así, pero luego es verdad que cada mujer lo vive de una forma. Vale, yo ahora voy de guay pero luego lloro como una perra (risas). Sí es verdad que creo que lo he gestionado bien siempre lo de diferenciar del sexo del amor, y las mujeres saben acostarse con gente simplemente para disfrutar, otra cosa es que le puedan coger cierto cariño, ¡pero eso no significa relación ni nada…! También les pasa a los tíos, ojo. Todas hemos tenido un pobre colgado detrás que se ha pillado un montón. Pero si pasa en el caso del hombre, es “ay, qué mono, que se ha cogido un cuelgue...”. Y si lo hace una mujer es “histérica” y hay que pedir orden de alejamiento.
Has contado que te pasas el 75% del día pensando en sexo y no por eso crees ser básica.
¡Claro! Es que si eres mujer y piensas mucho en sexo eres una guarra o una ninfómana. Es la construcción social del machismo, es lo de siempre: aún quieren una puta en la cama pero una señorita en la calle, y todos estos refranes lamentables de toda la vida. Al final nos han hecho pensar que estamos aquí para satisfacer al hombre en la intimidad, pero que en nuestro día a día la cuestión sexual no es cosa nuestra, esto de “tú sólo estás aquí para que él disfrute y para procrear”. No se nos ha enseñado a disfrutar, esto es uno de los frutos obvios del machismo. Yo creo que el sexo es libertad. Y estas herramientas son pequeñas minas para recuperar la libertad de las mujeres. También te digo que el sexo es primario, pero no creo que esté mal pensar en él. La cosa es que no sé si me estoy haciendo vieja o qué, pero ahora pienso menos en eso. Será porque me he hecho autónoma y tengo tanto agobio que el sexo ha pasado a un segundo plano (risas).
Sexo con menstruación: te preocupa el estigma.
Total, es que me acuerdo de que tuve un novio inglés… mira, no sé si a ti te pasa o qué, pero mi regla marca los eventos importantes y siempre cae en los viajes, lo mismo se adelanta o se atrasa pero siempre está ahí, segura de venir. Yo tenía agobio, porque al novio éste lo veía una vez al mes, pero hiciera lo que hiciera siempre me venía la regla cuando estábamos juntos. Hice de todo, ¿eh? Me tomaba anticonceptivas no recetadas para ver si se me quitaba, infusiones de canela… también decían que si tomabas cerveza te bajaba, pero al final te pillas cualquier pedo y créeme que no te baja. Todo el día con Yahoo respuestas para nada. Llega un momento en el que dices: “Eh, pero ¿qué coño pasa por follar con la regla?”. Es absurdo y me hace mucha gracia esto de los tíos de “ay, me da asco, me he manchado...”. Es como: ¿dónde pensaba que la estabas metiendo? ¿En una bolsa del Dia? Ellos son escrupulosos con el tema de hacerlo con la regla, les da asco, y el sexo anal también. Se creen que su semen es Chanel número 5.
¿Y al final qué pasó con el novio inglés?
Pues nada, qué va a pasar: como para ellos cualquier agujero es trinchera, pues dijo: “Bueno, si podemos follar estos días me parece bien”. Pero fue por follar, no porque dijese “en realidad he sido un gilipollas”. Que lo era.
¿Cuál es la peor cita sexual que has tenido en tu vida?
Es horrible decirlo, pero fue un micropene inesperado. Todo era demasiado perfecto: era guapísimo, divertido, yo soy una loca de Bunbury y él también… luego sabes que todo va a ir mal. Y fue mal, claro. Fue una cita sexual horrible, pero al menos no me enteré de nada. Perdí la noche.
¿Afecta un micropene al amor?
Pues alguna vez lo he pensado: hay tíos muy guays que dices “ay, la tiene pequeña” o “la tiene mirando a Cuenca”. Siempre hay alguna tarita que parece que nos ciega, pero es que a cada uno nos gusta una cosa… somos así, no tenemos que darle tantas vueltas. Igual le flipas a un tío porque eres divertidísima pero es que luego eres bizca y por eso no te elige. No es “eh, soy una superficial”. No, es que a lo mejor me apetece un pene que no mida dos centímetros. Qué frivolidad: nos descartamos por tonterías enormes y luego nos encaprichamos de alguien que tiene todas las taras del mundo. Con el tema del micropene he pensado a veces “jo, es que podía avisar”. Pero claro, es que si avisa no pasa (risas). Pobrecito mío.
¿Qué complejos sexuales tienen los hombres y cuáles tenemos las mujeres?
Pues los hombres, obviamente, lo del tamaño. Y el grosor. Mejor ancho que largo (risas). También la duración. Se imaginan a su tía Encarni en calcetines y tal… se agobian bastante. Yo nunca he tenido complejos sexuales, porque no le he dado tanta importancia al sexo, en el sentido de que ni es pecado mortal ni es la cosa que mueve el mundo. Por lo que me cuentan y tal, las mujeres se agobian con el tema del olor… a la hora del sexo oral. Si va a oler mal, si no le va a gustar… las mujeres tenemos los complejos físicos más arraigados. Pero es que me parece que así no se va a disfrutar nunca del sexo, si estás pensando en “tengo un michelín”, o “tengo celulitis”, o amigas con pechos grandes que no se quitan el sujetador para tener sexo. Es como: oye, ¿y alguno de ellos no se quitan el calzón para que no se les vea la tripa follando?
¿Por qué ellos no tienen tantos complejos físicos?
Porque se creen dioses. Se lo han dicho siempre: son dioses. Hasta en los libros de Historia. Creo que referentes femeninos sólo hay en un 7% en los libros de texto. ¡Ellos han creado la Historia, son los grandes científicos, los grandes literatos, los grandes matemáticos…! ¿Cómo no se van a creer dioses?
¿Qué tabú sexual existe en la España de 2018?
Pues estamos en un momento muy abierto. Parece que ya hay menos homofobia, pero, sin embargo, la bisexualidad sigue estando mal vista. Fíjate: si una mujer a la que siempre se la ha considerado hetero se va con otra mujer es como “bueno, está en una fase, y, por cierto, está en esa fase porque le ha ido mal con un hombre”. Como si estar con otra mujer fuese una venganza o un plan B. Las mujeres somos la opción B en todo, hasta en el sexo. Sin embargo, si un chico que había estado con chicas se va con otro chico, es como “no es una fase, es gay”. La bisexualidad es tabú porque la gente no se cree que exista.
Siempre he sentido que el hombre hetero no considera competencia a las mujeres. O sea, le afectaría que su pareja lo engañase con otro hombre, pero con una mujer no, de hecho le excita.
Total. Ellos creen que dos mujeres juntas están hechas para poner cachondo a un hombre. Es lo que les ha enseñado el porno. No entienden nada más. No entienden el mundo sin hombres, en general. Es como: ¿qué van a hacer ellas aquí sin mi pene en medio? ¿Van a hacerse las uñas o qué?
¿Qué hay de la educación sexual? ¿Qué crees que hay que enseñarle a los jóvenes?
Pues… básicamente en mi época, desde luego, en mi colegio, que era laico, no tuvimos nada de educación sexual. No debería haber sido así. ¡Y la mierda del condón…! No aprendemos, de hecho, creo que hemos desaprendido. Hay que concienciar a la gente con el tema de las ETS y los embarazos no deseados. Cuando lo has pasado mal, aprendes. Cuando te pasa 10 veces lo de pasarlo realmente mal porque no te viene la regla… ya no te pasa más. Tú agobiada, pero él mientras tanto está tomándose unas cervezas, ¿sabes? Les da igual todo.
De repente todos los anuncios de Youtube son de Clearblue.
(Risas). Total, te obsesionas. Youtube te lee la mente, y la regla se retrasa todo lo que puede y más, por supuesto. El condón hay que usarlo también por salud mental.
¿Y qué más les dirías a los adolescentes?
Que respeten a la mujer, en general. Sigo viendo comportamientos adolescentes súper machistas. No quiero echarle la culpa al reguetón, que parezco una señora mayor, pero todo es azote, todo es maltrato a la mujer. El porno muy duro puede ser maravilloso pero hay tías que no quieren eso, y ellos no lo entienden, quieren imponer su hombría a toda costa a base de golpes en la cama. Es que no: ni golpes en la cama si ella no quiere, ni en ninguna parte. Me da igual que estés con una mujer, con un hombre o con una ardilla: respeto.
¿Estás a favor del porno?
Nunca lo prohibiría, pero me parece una industria muy machista. Es lo que te decía: todo es tirar del palo, azotar a la mujer, seguir siempre unos estereotipos físicos. Ellos son italianos con panza y calvos. ¿Cómo no van a estar seguros los tíos en la cama, si hasta los actores porno son más feos que ellos? También te digo que el porno feminista de Erika Lust me parece horrible. Vi una peli de ella y dije… a ver, quiero ver porno, quiero ver follar pero otro tipo de sexo. No reflexiones. No quiero ver cómo se conocen y cómo se acarician. Quiero que ella se corra y ella no se corre en el porno generalizado. Y si se corre es como un espectáculo de gritos muy loco que parece Lola Flores. Va a salir mal todo, vaya (risas). Deberían avisar en cada vídeo porno: “Esto no está basado en hechos reales”.
Imagina que tienes unos segundos para lanzarle un mensaje al mundo. Un consejo o advertencia sexual y emocional.
“¡A veces duele!”.