La alegría de haber recuperado un 'picasso' robado en 2012 en Rumanía, Tete d'Arlequin, ha durado muy pocas horas. Dos artistas belgas, Yves Degryse y Bart Baele, estuvieron durante meses preparando este supuesto hallazgo como parte de una obra de teatro que pretende debatir sobre el auténtico valor en el mundo del arte: Copia auténtica, del grupo de teatro Berlin.
De hecho, fueron ellos los que enterraron ese 'picasso' en el bosque y enviaron cartas anónimas alertando de dónde se encontraba el cuadro. De hecho, fue la escritora Mira Feticu, quien aseguró que había recibido una pista anónima alertándole del lugar en el que se encontraba la obra. Feticu lo entregó a la Fiscalía del país que anunció la recuperación del cuadro a bombo y platillo, sobre todo después de que su robo pusiera en entredicho a la Policía de su país ya que los ladrones se lo llevaron en las mismas narices de los agentes.
La obra teatral rescata la figura del falsificador holandés Geert Jan Jansen, uno de los mayores especialistas en Dalí y Matisse. Los autores de este truco publicitario han pedido ya disculpas por la alerta mundial que se ha creado.
El robo del siglo
El cuadro original de Picasso estaba entre las siete obras robadas del museo Kunsthal de Rotterdam, entre las que también estaba 'La mujer leyendo en blanco y amarillo' de Henri Matisse o 'Autorretrato' de Meijer De Haan.
En 2013, las autoridades rumanas detuvieron a varios delincuentes en Rumanía, entre los que había varias personas involucradas en el robo y que estaban buscando compradores para las pinturas.
Sin embargo, los cuadros nunca aparecieron y la Policía rumana está aprovechando la aparición de esta obra aparentemente de Picasso para localizar al informante e intentar encontrar las otras pinturas robadas. El atraco duró tan solo tres minutos y que los medios holandeses calificaron como "el robo del siglo".