"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura regresar con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito". El supuesto anuncio publicado en el periódico The Times auguraba la odisea perfecta para toparse con la muerte, y lo publicó el explorador Ernest Shackleton mientras preparaba su expedición a la Antártida, iniciada en 1914. Al llamamiento, supuestamente, habrían respondido unas 5.000 personas.
Shackleton eligió a 27 hombres para su tripulación y partieron hacia la Antártida a bordo del Endurance con el objetivo de llegar a la Bahía Vahsel, junto al Mar de Weddell, para alcanzar desde allí el polo Sur. Sin embargo, la misión se torció en febrero de 1915, cuando el navío encalló por culpa del hielo. Los miembros del barco permanecieron unos meses refugiados en los camarotes, pero la presión del hielo terminó hundiendo el Endurance en noviembre.
Milagrosamente, y tras un viaje dramático sobre el hielo, los 28 miembros de la tripulación consiguieron alcanzar la isla Elefante. La mayoría se refugió allí, alimentándose de carne de foca, mientras que Shackleton y otros cinco hombres más se embarcaron en una empresa más difícil todavía: llegar a una estación ballenera en la isla de Georgia del Sur, a más de 1.000 kilómetros de distancia.
Allí arribaron en mayo de 1916, y Shackleton inició rápidamente la operación de rescate de los hombres que había dejado casi a la intemperie, en durísimas condiciones, en la isla Elefante. Tras varios intentos infructuosos, para agosto de ese mismo año y gracias a la ayuda del Gobierno chileno, el explorador consiguió salvar a todos sus hombres. No murió nadie en semejante odisea y esa expedición se glosa como una de las más heroicas de todos los tiempos.
El hallazgo del Endurance
La gran pérdida material de aquel viaje fue el hundimiento del Endurance, de cuyo rastro nunca más hubo noticias. Sin embargo, un equipo de científicos que está llevando a cabo una investigación en la Antártida cree haber encontrado la localización exacta en la que estaría sumergido el navío de Shackleton.
Los expertos, a bordo del buque holandés Agulhas II, han llegado a esta conclusión tras inspeccionar la plataforma de hielo conocida como Larsen C, en la Península Antártica, y el gigantesco iceberg A-68, que se separaron en julio de 2017. El barco ya se dirige, a través del mar de hielo, a la última localización conocida del Endurance, según informa LiveScience.
Esta expedición está liderada por el arqueólogo marítimo Mensun Bound, quien se ha mostrado convencido de hallar el histórico navío, del que se encuentran, según sus cálculos, a un centenar de kilómetros. "Aunque las probabilidades de éxito inicialmente estaban en nuestra contra, el equipo se muestra optimista debido al hielo y a las condiciones climáticas favorables. Creemos que eso nos permitirá llegar al área de búsqueda", ha asegurado.
Una vez allí, tienen pensado desplegar un vehículo submarino autónomo (AUV) para dar con el pecio, que no se sabe si actualmente está cubierto o no por una capa de hielo. Pero con la ayuda del AUV y los últimos datos de localización recogidos por la tripulación de Shackleton, confían en ratificar un descubrimiento, sin ningún tipo de dudas, histórico.