En 1992, el artista se apropió de la bandera de la actual Unión Europea para reemplazar las estrellas por los logotipos de grandes empresas como La Caixa o la marca de vehículos Mercedes.
"Su obra aborda en sus proyectos cuestiones como las motivaciones e implicaciones de las políticas migratorias contemporáneas, la memoria histórica, la crítica poscolonial o la instrumentalización del arte y la cultura para promover procesos de especulación urbanística", comenta en un comunicado el museo.