El beso que no pudo ser: Pablo Iglesias y Pedro Sánchez sólo pactan en el arte callejero
El artista urbano TvBoy acostumbra a retratar a los enemigos íntimos besándose: de Messi y Cristiano a Rajoy y Puigdemont.
25 julio, 2019 19:28El artista urbano TvBoy acostumbra a retratar a los enemigos íntimos besándose, para aliviar tensiones políticas, sociales o futbolísticas: ya lo hizo con Messi y Cristiano Ronaldo, o con Guardiola y Mourinho, o con Rajoy y Puigdemont, o con Xavier Doménech y Miquel Iceta. En los muros todo es posible: es en las calles donde se recupera el tono del diálogo, donde se brinda con cerveza, donde entra el abrazo y uno escapa, por fin, de la polarización del Congreso o de las redes sociales. De las pugnas absurdas por ver quién gasta mejor testiculario.
Hoy se ha dado la ocasión para que los que se besen sean Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Así les han pillado, in fraganti, en la calle Bisbe de la Plaza Sant Jaume, en Barcelona, bajo la pregunta "¿amor o elecciones?", marco dorado mediante. La imagen, bajo un fondo rosáceo donde sobresale un enorme corazón, muestra a Iglesias con los ojos cerrados y lanzado a los brazos de Sánchez. Con todo, el líder del PSOE le corresponde y le rodea el cuello mientras aprieta los labios.
Cada político va señalado -por si quedan dudas- con una chapa de su partido. Pero, ¿qué quiere transmitir en realidad su creador? "Es difícil explicar una obra porque el arte no se explica", comenta TvBoy. "Pero creo que el arte tiene que hablar de la contemporaneidad. Este beso está un poco en la línea del que hice en Roma entre Salvini y Di Maio, justo antes de que hicieran el pacto. Ese es un poco el resto que tengo como artista: prever lo que pueda pasar", comenta.
"Es evidente que Iglesias y Sánchez están en una posición en la que o bien hacen un pacto -que metafóricamente es el beso, o el amor- o volvemos a elecciones... donde el escenario es cada vez más complicado". Cuenta el artista que se inspiró en el famoso beso entre Brezhnev y Honecker, el morreo más célebre de la historia, que se dio como muestra de la "solidaridad socialista" y que pervive en el Muro de Berlín.
"Este beso también sale de ahí, con estética pop. Se ve de forma clara que quien tiene el control de la situación es Pedro, mientras Pablo se le tira a los brazos. Es una obra irónica. Mucha gente ha entendido mi trabajo como algo político, y en realidad no: el arte callejero pretende ser satírico. Me gusta meterme con todos los bandos y hacer una crítica de lo que está pasando, pero con ironía y un mensaje positivo detrás".