El cambio en la Alcaldía a Madrid ha venido acompañado de una guerra cultural que ha elegido su primer campo de batalla, las tradicionales fiestas de agosto de la ciudad que comienzan con San Cayetano, siguen con San Lorenzo y terminan con la tradicional verbena de La Paloma que hasta dio nombre a una zarzuela.
Una de las primeras medidas polémicas del nuevo ejecutivo fue censurar un concierto de Def con dos en el barrio de Tetuan porque fueron condenados por enaltecimiento del terrorismo. La semana pasada le tocó el turno a las fiestas de Aravaca, donde se canceló el concierto del cantautor Luis Pastor y su hijo por motivos ideológicos. Una decisión que la propia concejal de cultura, Andrea Levy, dijo no compartir a la vez que echaba balones fuera asegurando que toda la responsabilidad era de la junta del distrito de Aravaca.
Un torbellino que se ha culminado en las fiestas del barrio de Lavapiés, donde el Ayuntamiento de Almeida ha decidido censurar el tradicional saludo de las fiestas populares por considerarlo “político y reivindicativo”. El año pasado, el saludo fue dado por Serigne Mbaye, del Sindicato de Manteros y Lateros, junto a la actriz Rossy de Palma. Un acto que luego fue censurado y perseguido por la oposición conservadora que acusaron a Manuela Carmena por haber dado el acto al sindicato de manteros.
Lo cierto es que Carmena no organiza estas celebraciones, sino que son los propios vecinos a través de asociaciones, colectivos sociales y una plataforma de festejos bien organizada los que dedican todo el año a preparar una fiesta que atrae a miles de personas de la ciudad y que son unas de las más queridas, precisamente por su ambiente multicultural y abierto. En esta ocasión el saludo a las fiestas estaba dedicado a las trabajadoras del barrio, y centraba su mirada en las cigarreras de la Tabacalera.
Tal como ha contado Nines Cejudo, portavoz de la plataforma de fiestas populares de Lavapiés, estas fiestas no son una alternativa, sino que son las oficiales desde hace cuatro años, y las organizan “colectivos, asociaciones y vecinos que organizamos todas las fiestas, y para ello tenemos reuniones, asambleas durante todo el año”. Unas fiestas que, además, son más económicas y que buscan “representar la pluralidad del barrio”. El programa se presentó hace mucho y contaba con le visto bueno del anterior ayuntamiento, pero la entrada del equipo de Almeida ha hecho que “a última hora dijeran que no aceptaban el saludo, que no se podía realizar”.
Desde la plataforma de fiestas se reunieron con ellos y les explicaron que “no eran un insulto a nadie, y que es un homenaje al barrio”, pero se negaron en rotundo. “No lo aceptaban, decían que no se podía realizar. Que era un homenaje, se lo explicamos 15 veces y nada. No es no. Que muy bien pero que en septiembre y dentro del espacio feminista, pero el saludo a las fiestas en septiembre no tiene sentido. Les dijimos que eso era censura y nos dijeron que no. No sé como llaman a no dejar hacer una actividad que estaba en el programa por considerarlo político y reivindicativo. Eso es censura y Lavapiés no se va a callar”, han explicado.
Ante la negativa del ayuntamiento se ha anunciado por redes sociales lo ocurrido y han explicado que el saludo se realizará, pero en otro espacio. El Museo Reina Sofía ha cedido sus instalaciones para que se realice el acto el próximo sábado a las 20:30 en el edificio Nouvel (auditorio 200), donde proyectará el vídeo que habían preparado los organizadores y que da voz alas rabajadoras del barrio. Como forma de denunciar esta censura, el mismo día a las 22:30 en la Plaza de Arturo Barea se realizará un visionado colectivo del vídeo en los dispositivos móviles de quienes asistan a este encuentro.
Desde el Ayuntamiento han acusado a la plataforma de “aprovechar que el río está revuelto”, algo que rechazan tajantemente, ya que los ejemplares con el programa se imprimió hace dos semanas “y no había pasado nada”. “No hemos convocado una rueda de prensa para decir que nos habían censurado, de hecho hemos seguido trabajando,pero lo hemos puesto en nuestras redes sociales cuando hemos conseguido un sitio alternativo para hacerlo”, aclaran y se lamentan del proceso de desideologización que están sufriendo Madrid: “es un hilo conductor que está ocurriendo este verano en las manifestaciones de cultura, donde vemos censura tras censura”.
¿Qué pasa en Las Vistillas?
Aunque en Las Vistillas no ha habido censura ni cambio de programación como en otros espacios, sí que muchos han visto que la guerra cultural y el proceso de acabar con lo político ha llegado a los conciertos de la celebración de la Virgen de la Paloma. Mientras que el año pasado en el escenario principal y que congrega a más gente se tuvo a Los Punsetes, Emir Kusturica y la banda española de garage Hinds, este se ha anunciado a Chenoa, OBK, y Efecto Pasillo.
Una programación que muchos han calificado de ‘radiofórmula’ con grupos y cantantes salidos de Los 40 en vez de apostar por otras voces más alternativas y comprometidas. Una elección que está realizada por el distrito de Centro y que ha recibido críticas por elegir los mismos nombres que se pasean por las fiestas patronales de cualquier provincia o pueblo español.
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