Pieza ornamental de madera policromada que se creó como contrapropaganda española contra los ataques procedentes de Flandes hacia el Gran Duque de Alba. Se le representa quijotesco, desollando a una hidra de tres cabezas que representaban al papa Paulo IV, a Isabel I de Inglaterra y al lector de Sajonia. Detrás, tapices que representan la batalla de Mühlberg.