Alemania fue la cuna del biberón, según la ciencia y la arqueología. Varios yacimientos localizados en el país germano han sacado a la luz en los últimos años una serie de recipientes de cerámica, algunos de ellos con forma de animal, culminados por un pico a través del cual podía emanar o succionarse un líquido. Si bien en un primer momento los investigadores pensaron que podía tratarse de utensilios para dar de comer a adultos enfermos o a los ancianos, un nuevo estudio ha concluido que estos artefactos se utilizaban para alimentar a los niños con leche de rumiantes.
El hallazgo, que prueba que los bebés prehistóricos eran alimentados con leche animal gracias al equivalente de los biberones modernos, ofrece nueva información sobre las dietas utilizadas durante su crecimiento y la mortalidad infantil. Los resultados, publicados este martes en la revista Nature, se han registrado después de que un equipo de científicos comandado por la Universidad de Bristol haya analizado los recipientes de cerámica desenterrados en varias tumbas de niños situadas en Baviera, Alemania.
En concreto, el estudio, encabezado por la doctora Julie Dunn, ha combinado análisis químicos e isotópicos para tratar de determinar y cuantificar las trazas de comida conservadas en tres de estos biberones; uno de los cuales se halló en una necrópolis de finales de la Edad del Bronce —entre 1200 y 800 a.C— y los otros dos en otro enterramiento más tardío, de principios de la Edad del Hierro —800-450 a.C.—. No obstante, los arqueólogos también se han topado con este tipo de utensilios en otras zonas de Alemania, pero mucho más antiguos, datados entre 5500 y 4800 a.C, durante el Neolítico.
Anteriores estudios centrados en restos humanos de infantes habían sugerido que durante esta etapa de la Prehistoria, el destete —cuando un bebé deja de tomar leche materna— se habría registrado más temprano que en épocas precedentes. Los resultados de esta investigación vienen a confirmar que estos curiosos biberones, de unos diez centímetros de ancho y manejables para un niño pequeño, fueron utilizados para ese salto de la leche humana a la animal, que podría haber sido de vacas, ovejas o cabras domesticadas.
"Estos recipientes tan pequeños y evocadores nos proporcionan información valiosa sobre cómo y de qué se alimentaban los recién nacidos hace miles de años, sobre la conexión real entre madres e hijos en el pasado", ha señalado Julie Dunn, del Colegio de Química de la Universidad de Bristol. "Vasijas similares, aunque rara vez, han sido documentadas en otras culturas, como Roma o la Antigua Grecia. Lo idóneo ahora sería llevar a cabo un estudio geográfico en mayor profundidad para investigar si tenían la misma finalidad".
Los riesgos
El estudio, por lo tanto, ofrece nuevas pistas sobre las creencias culturales relacionadas con el cuerpo, la infancia y la maternidad, así como datos relevantes sobre la lactancia materna y las prácticas de destete durante la Prehistoria. "Dar a luz a bebés en esta época no era una tarea fácil", ha añadido Katharina Rebay-Salisbury, del Instituto de Arqueología Oriental y Europeo de la Academia de Ciencias de Austria. "Nos hemos centrado en investigar las prácticas culturales de la maternidad, que han tenido enorme trascendencia en la supervivencia de los recién nacidos. Es fascinante ser capaces de ver, por primera vez, qué alimentos contenían estos recipientes".
Sin embargo, el destetar prematuramente a un bebé en aquella época podía tener graves consecuencias. Según se detalla en la publicación, "la introducción de suplementos alimenticios inapropiados habría generado el contexto propicio para los agentes infecciosos y patógenos, causando diarrea y otras enfermedades y poniendo al bebé en mayor riesgo de anemia por deficiencia de hierro". Es decir, que el consumo de leche sin tratar de estos animales podría haber desembocado en malnutrición para los neonatos.
"A pesar de estos riesgos obvios, el descubrimiento de la utilización de alimentos a base de leche de rumiantes en estos biberones prehistóricos ofrece una novedosa visión de la forma en que las familias prehistóricas trataron de lidiar con los desafíos de la nutrición infantil y del destete en esta fase llena de peligros en el ciclo de vida del ser humano", concluyen los expertos.