“¡Felicidades! Es una preciosa víctima del machismo, del acoso, y quizá de alguna violación”, le dice la enfermera a los padres tras dar a luz a una niña: esta es una de las ácidas ilustraciones de Homo Machus (Lumen), donde el artista Javirroyo dispara contra el machismo en todos sus tentáculos. Desde el camarero que sirve siempre la cerveza al hombre y el té a la mujer -aunque lo hayan pedido a revés-, a los estereotipos laborales y domésticos pasando por terroríficos casos de acoso callejero y agresión sexual. Estos últimos no pertenecen a la ficción: son historias reales que usuarias de Instagram le hicieron llegar y que él se limitó a ilustrar para darles voz. Su intención, cuenta a este periódico, no es “lanzar dogmas”, sino “plantear preguntas, generar conversación y comenzar a discutir sobre esto”.
“Las mujeres, muchas de ellas, ya están posicionándose, autoevaluándose, están debatiendo sobre feminismo a niveles muy altos y los tíos estamos como parados… nos miramos unos a otros… por eso me gustaría que este libro sirviese como arranque de conversación”, relata. Él mismo asegura que nunca se ha sentido “muy cómodo” en los grupos de hombres. “Siempre he sido un poco el friki que se salía de la norma. No tengo carnet de conducir ni me gusta el fútbol. Desde pequeños nos han dicho que no podemos mostrar nuestros sentimientos en grupos de hombres, que hay que ser el más cojonudo, que hay que dar un puñetazo sobre la mesa si hace falta…”, resopla.
“Vaya, que tienes que comportarte como un verdadero idiota. Supongo que eso es el Homo Machus. Es un traje del que no te puedes salir. Lo que creo que hay que explicar es que no hay sólo una forma de ser masculino, no debe haberla. Cada hombre debe buscar su forma de ser y de posicionarse ante las relaciones con el mundo y con la mujer, evidentemente”, desliza.
Contra el porno hetero
Reconoce que “el tratamiento del porno hetero es una cosa deplorable”: “Es la máxima expresión del machito. No entendemos que los chicos con diez años ya están viendo porno, y es ese su primer contacto con el sexo. ¿Nadie piensa, nadie se pregunta nada…?”, lanza. “Internet es una cosa tan bestia que no se puede parar. Pero igual estaría bien que, de alguna forma, en segundo o tercero de primaria se empezase a impartir una educación sexoafectiva adecuada para su edad que pudiese minimizar después el impacto del porno”, explica Javirroyo.
“Una educación que les enseñe que una mujer es una mujer, no un saco que recibe semen, como pinta el porno: esto te lo digo en plan bruto”, esboza. “Luego todos nos llevamos las manos a la cabeza cuando vemos casos como el de La Manada: cinco descerebrados con el único objetivo de violar a una mujer. Entienden que es algo que se puede coger, usar y tirar. Tenemos que ponernos las pilas, porque la sociedad está cambiando. Hay que reconocer el machismo y a partir de ahí, caminar”.
Ese machismo sexual está inserto incluso en el lenguaje. En una de sus viñetas, Javirroyo emula una frase muy común en las conversaciones entre hombres, pero no por ello menos misógina. El: “Te la has follado, ¿no?”. “Con esa frase se trata a la mujer como un objeto sexual, como un premio que ganar. Es completamente animal. Es un ‘te lo has comido, la has cazado’. Me parece una barbaridad y me da rabia pertenecer a un género que hace este tipo de cosas”.
Recuerda el ilustrador que es “de vergüenza” que haya “tan pocas CEO mujeres en las empresas y que no hayamos tenido aún una presidenta del gobierno”: “¿No estamos preparados como país para tener una presidenta del gobierno? Hasta en Podemos, que supuestamente son los más progresistas, hay un tío liderando, está Pablo Iglesias, ¡que me parece bien, que tiene una coleta…! Pero no se entiende que Podemos esté liderado por un hombre”.