Triángulo de Amor Bizarro, en palabras de Isa, se define como un grupo “que hace un poco lo que le da la gana” y que no acostumbra a “posicionarse en el centro”: “Somos bastante extremistas, nos gustan los sonidos extremos y en eso llevamos varios discos”. También su implicación social, poética y política es tajante, empezando porque son una banda residente en una aldea de Galicia y bien contentos de serlo: lejos de las modas y las tendencias de las grandes ciudades. Lejos del modernismo mal entendido -del superficial, del vacuo, del meramente estético-. Lejos de la pérdida histriónica del sentido común. Lejos de la tontería. Viven de tocar, de dar conciertos, y en el fondo necesitan poco. Casi ni cobertura, mientras se celebra esta entrevista al teléfono.
Dice Isa que seguramente alguien de Madrid querría huir al tercer día de su aldea -por “la lluvia, la oscuridad y el aburrimiento”-, pero que en su caso encuentran estímulos y formas de equilibrar la vida. “También salimos mucho a tocar, y eso, mezclado con estar aquí y tener una profundidad de conocimiento de todo lo que nos rodea… nos viene bien. Eres capaz de relajarte y de entender mejor las cosas”. De ahí nacen las trazas artísticas de este disco, bautizado con el propio nombre del grupo, donde vuelven a ponerse el mundo por montera y rompen lo que sea necesario. Nuevos sonidos. Nuevas temáticas -incluso el amor, con lo inteligentemente ásperos que son ellos-. Más claridad. Menos cinismo. También algún escupitajo en la cara: y que nunca falte.
“El mundo en el que vivimos confunde la fama con la creatividad”, cuenta Isa, a propósito de su nuevo tema Canción de la fama. “A veces tener muchos seguidores, muchos likes, y tal, te lleva a prostituirte. Te alejas de lo que quieres hacer para llegar a más gente. A veces la única forma de llegar a todos es ser cada vez más mediocre”, resopla. “Es esa mediocridad instalada en el mundo de la cultura para conseguir una franja más amplia de seguidores. Eso hace que todo, desde el punto de partida, sea menos revolucionario y menos libre. Por eso el mensaje de este disco es rebelarnos contra todo eso: las canciones van al extremo, las románticas son lo más románticas posible y las brutas son salvajes hasta el límite”.
La crisis de los 40
Intentan, dice, construir algo que se sostenga en el tiempo. Esa es su decisión más firme. En Vigilantes del espejo hablan de la crisis de los cuarenta: de la vida sin amigos, sin drogas, sin tabaco, sin dejarse llevar. ¿Realmente eso era vida? Isa ríe. “De lo que se habla ahí es un reflejo bastante fiel de las cosas a las que nos dedicábamos hace un par de años. Es una canción que tiene un rollo basten venenoso para joderle la cabeza a la peña, porque cuando llega ese momento de los 40, de reflexión… hay mucho llorón, y eso no vale de nada”.
“Al final, los problemas cuando eras más joven, los arreglabas el viernes y el lunes tenías otros”, guiña. “En realidad el nuestro es un mensaje maligno para abocar a la gente a que se sida drogando y bebiendo hasta que se muera. Nah, cada uno tendrá su cabeza para llevarlo como quiera”.
Una banda anticapitalista
Triángulo de Amor Bizarro es una banda anticapitalista. “Sin duda”, afirma Isa. “Tampoco es que levantemos la pancarta, pero sí nos posicionamos ante ciertas cosas, y, desde luego, contra este capitalismo tan bárbaro de los últimos años. Vamos contra el capitalismo porque el capitalismo va en contra del ser humano, hasta de sus propios creadores. Clases medias y bajas sometidas, la cultura reducida a cifras y estrategias, cada vez más dificultades a la hora de expresarnos… cuanto más estúpido y más mediocre seas, más te manipulará el capitalismo”.
Señala que “todas las crisis, hasta la del coronavirus” se usan para “retroceder en temas sociales fundamentales”: “Todo eso lo crea el libre comercio, todo este rollo liberal de ‘vale todo’, y si te niegas a algo ya eres comunista, y te sacan Venezuela por todos lados… es ridículo. Sí que hace falta Estado para moderar la voracidad de las empresas. Voy en contra del capitalismo porque está jugando con ventaja y está jugando sucio, y se están confundiendo términos y se confunde libertad con censura, y se vuelven prescindibles los derechos básicos… esto de ‘yo puedo decir lo que quiera’, sí, claro, pero tendrás que decirlo si tienes la información suficiente y si te esfuerzas en tener un criterio propio. Es más fácil dominar a la gente cuando no tiene datos, o cuando los tiene filtrados”.
En Calígula 2025, sin ir más lejos, retratan a un ente que resulta el “conglomerado de bárbaros de todas las épocas”: “Esa gente maliciosa… dictadores, presidentes… que se supone que están elegidos con libertad… gente con avaricia, gente mala”. Es un enemigo invisible.
Feminismo y acoso
¿Y qué hay del caso Plácido Domingo? ¿Qué han observado ellos en el mundo de la música independiente? “A mí me gusta mucho la música clásica, la Ópera… admiraba a Plácido Domingo, vamos, le tenía un respeto que ya no le tengo”, cuenta Isa.
“Todo viene de esa formas que se normalizaban antes y que tenían muchos artistas… en el mundo alternativo yo no me he encontrado con eso. Quiero decir: me he encontrado a gilipollas, porque gilipollas hay en todas partes, pero no he visto a ese hombre con poder que somete o veja, quizá porque mi entorno concreto es relativamente reducido y son gente con ideas de este siglo”, sostiene. “He vivido que algún anormal me dijese una burrada en algún momento, pero ese ambiente del que se habla tanto de los camerinos yo no lo he vivido, creo que hace unos años los camerinos eran otra cosa. Yo no estaba ahí. En cualquier caso, creo que yo doy un poco de miedo, y eso me encanta, porque se les corta el rollo rápido”.
Sobre España
¿Qué es España para Triángulo de Amor Bizarro? “Hay una visión negativa de la patria porque se la ha arrogado gente chunga, la gente de la banderita y tal, pero realmente es nuestro país y lo queremos mucho y cuando viajas por ahí siempre estás contento de volver. Nos gusta España. Es ese ‘viva España’ lo que tiene un pestazo a facha, esa bandera… es curioso, toda la gente que lleva la banderita es la que comete más ilegalidades o la que es más reacia a pagar impuestos”, desliza. “Decir ‘arriba Franco’ no es patriota, y esa es la sensación que tenemos un poco todos: si esos malos patriotas fachas desaparecieran, le tendríamos mucho más respeto y cariño a la bandera. Yo, en cierto modo, no le tengo nada en contra, pero sí me da asco la forma en la que se ha utilizado tantos años”.
“Al final, Franco murió de viejo. Esa herida no la hemos cerrado. Nadie dio un puñetazo en la mesa. Ese miedo y esa vergüenza aún lo tienen las generaciones que vivieron la dictadura y de alguna manera lo hemos heredado. La derecha franquista, en cierto modo, ha pasado a ser una derecha más capitalista, más neoliberal, y claro, te obligan a ponerte en el otro extremo… el otro extremo para mí no es tanto la izquierda como las clases obreras”, expresa.
Oye, ¿y a quién haría Triángulo de Amor Bizarro ministro de Cultura? “A Jorge Ilegal. Porque, joder, es una persona muy brillante, muy inteligente y con una trayectoria muy coherente. Haría cosas geniales. Sabría callarle la boca a cualquiera en tres segundos”.