El festival Starlite, que concentra cada año en Marbella a los rostros más conocidos del país, ha salido a la palestra para defender su continuidad ante la amenaza de las restricciones acordadas entre el Gobierno Central y las Comunidades Autónomas para el control de la pandemia de la Covid-19.

Las 11 medidas consensuadas por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), que entrarán en vigor el lunes, contemplan, entre otros asuntos, el cierre del ocio nocturno, es decir, de discotecas, salas de baile y bares de copas, con y sin actuaciones en directo. Para la hostelería y la restauración, limita el horario a la 01.00 y la entrada de clientes a las 00.00. Ambos focos, según explicó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, "generan brotes importantes con muchos casos y es muy difícil identificar los contactos estrechos".

La normativa también modifica el desarrollo de los eventos multitudinarios. En este caso, Sanidad cede la responsabilidad a las comunidades autónomas, que deberán realizar una evaluación del riesgo de cada evento en particular siguiendo un documento acordado entre las administraciones sobre estas actividades. En otras palabras, todas las citas necesitarán autorización del gobierno autonómico de turno para celebrarse.

Según la fundadora de Starlite, Sandra García-Sanjuán, el evento marbellí no debería estar sujeto a las restricciones de ocio nocturno "porque no somos ni discoteca, ni restaurante, ni bar de copas (obligados a cerrar a la una de la madrugada), sino que tenemos licencia para un festival". En este caso, su continuidad quedaría en manos de la Junta de Andalucía. 

García-Sanjuán precisa que la organización tiene una licencia otorgada tras la emergencia de la pandemia y que ya tiene en cuenta el plan de seguridad "ejemplar" que han elaborado así como la posible exposición a riesgos.

A diferencia de las discotecas y bares de copas, el evento se desarrolla al aire libre, despliega un control de identificación a todos los asistentes y tiene un carácter planificado que permite una valoración específica de cada cita y la aplicación de posibles medidas puntuales correctoras de riesgo. "Son mucho más seguros que, por ejemplo, cualquier playa", defienden.

"Hemos hecho un esfuerzo enorme para hacer el festival este año. Estamos implementando un plan de seguridad sin precedentes desarrollado por científicos, ingenieros y médicos en base a 29 estudios científicos que analizan el virus, que está siendo ya un referente", explica García-Sanjuán. 

La propia ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, resaltó este esfuerzo hace unos días en la Gala Starlite: "Os tenemos que agradecer que hayáis sido tan valientes, junto a la responsabilidad que supone convivir con el virus,

y que hayáis destinado la Gala Starlite a seguir luchando contra la Covid-19. Que hoy estemos aquí significa compromiso, responsabilidad y también apoyo al sector de la música y a tantos empresarios y empresarias. Contáis con nuestro apoyo".

Pérdidas

La nueva norma llega en el ecuador del festival marbellí, tras unas 65 actuaciones que han reunido a unas 30.000 personas con aforos reducidos por concierto, y "sin registrar incidencia alguna". Ahora será la Administración andaluza quien evaluará las medidas de seguridad y decidirá si endurece la normativa impuesta por el

Gobierno y si le impone o no la legislación relativa a la restauración y la hostelería.

En este último caso, la organización se vería en la obligación de reducir el horario y cancelar un gran número de actuaciones programadas, lo que implicaría devolver todas las entradas ya vendidas para las actuaciones, espectáculos y shows previstas para el escenario 2 del festival.

Si desde el inicio contaban con "unas pérdidas superiores haciendo el festival que cancelándolo", con estas posibles nuevas restricciones "el festival no sería sostenible", alegan desde la organización.

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