El Teatro Real de Madrid ha suspendido este domingo una función de la ópera Un ballo in maschera, la obra de Giuseppe Verdi, tras las quejas de un pequeño grupo de asistentes que alegaba falta de distancia de seguridad entre las butacas del público. La institución asegura que "cumplía todas las normas vigentes".
Según relatan desde el Teatro Real en un comunicado, el aforo de la sala era del 51,5%. En concreto, había 905 localidades ocupadas cuando "un grupo de espectadores ha expresado con aplausos y gritos su disconformidad con el emplazamiento de sus localidades".
"La protesta se ha prolongado, pese a los avisos de megafonía que ofrecían a los espectadores la posibilidad de recolocarles o devolverles el importe de las entradas", continúan explicando en la nota.
Según este relato, después que "gran parte" de los espectadores que protestaban fueron reubicados y de dos intentos de acomenzar la función por parte del director de orquesta y de todos los artistas y técnicos que participaban en la función, "un reducidísimo grupo insistió en proseguir con sus protestas para boicotear la representación, por lo que la misma tuvo que suspenderse, cerca de las 21.10 horas".
La dirección del Teatro Real abrirá una investigación para averiguar "esta lamentable" incidencia y "tomará las medidas necesarias para que las sucesivas funciones se desarrollen con normalidad", informan desde la institución.
El director general del coliseo madrileño, Ignacio García-Belenguer, aseguró en la presentación previa de la obra que en las funciones el coro se establece una distancia de 1,5 metros de seguridad y hay un entreacto de 30 minutos. Además, subrayó que el aforo máximo es del 65% (en torno a 1.200 butacas), pese a que la ley permite un 75%. "La finalidad de todas estas medidas es que la gente se sienta cómoda", añadió García-Belenguer.
Estos hechos han sido el desecandenate de un mensaje enviado por Miguel Ángel Rodríguez, asesor de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a traves de su cuenta oficial de WhatsApp.
"Por fin, gente reacciona!: Escándolo en el Real: interrumpida la función ante las protestas por no cumplirse las medidas de distanciamiento" (sic), ha escrito en la red social, unas palabras que han causado estupor.
La presidenta regional es patrona nata del Teatro Real, junto con el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, y el alcalde de la ciudad, José Luís Martínez Almeida, entre otros altos cargos del Ministerio, la Comunidad y el Ayuntamiento.