Palmeras en la nieve, Nadie quiere la noche, Élite o Fast & Furious son algunas de las producciones en las que Lucas Vidal ha trabajado. No, Lucas Vidal no es actor; ni productor. Lucas Vidal es un compositor madrileño que con solo 36 años tiene a sus espaldas innumerables trabajos musicales, tanto en España como en Hollywood.
Influenciado en su gran mayoría por otros compositores como Max Richter, el español ha decidido extender su carrera musical y atreverse con su primer disco. Karma (Universal) es el primer viaje en solitario de un artista que ya ha conquistado el cine con sus dos Premios Goya.
Este complicado 2020 da luz a un disco que el mismo autor califica como "viaje existencial". Lucas Vidal se sienta con EL ESPAÑOL para conversar sobre la música, las bandas sonoras y su evolución en España, su hogar, al que ha vuelto tras su gran trabajo en el extranjero.
Hablemos de 'Karma'. ¿De qué trata este nuevo proyecto en el que te adentras?
Pretendo fusionar la música orquestal con la música electrónica. Quería combinar estos dos mundos que en un principio parecen muy diferentes pero tienen mucho más que ver de lo que pensamos. Esta andadura empezó en 2016. Quería hacer algo diferente, personal e íntimo. Si haces las cosas desde el corazón, siempre acaban las cosas saliendo bien.
Te fuiste a los Estados Unidos con 16 años para iniciarte en el mundo de las bandas sonoras. ¿Era imposible desarrollarte en este sector en España?
Me fui porque tuve la suerte de ir becado a Estados Unidos. No había muchas más opciones para hacer música en películas. Sobre todo me quedo con la forma de trabajar de los americanos, muy práctica. Ahora, creo que en España y en Europa hay cada vez más escuelas que ofrecen un aprendizaje muy bueno. En cuanto a directores, actores etc. el nivel también ha subido muchísimo. Por eso era un buen momento para volver a España.
En el mundo de las bandas sonoras destacan nombres como Ennio Morricone, Hans Zimmer o John Williams. Pero a partir de ahí, parece que la música en el cine es bastante anónima. ¿Nos quedamos más con la melodía que con el nombre del autor?
Yo creo que cada vez menos. Sobre todo siempre nos quedamos con aquellos compositores que tienen un estilo muy propio: Alberto Iglesias, John Williams o Howard Shore tienen su propio sonido. Una buena banda sonora es la que apoya el drama de los personajes y de lo que está pasando. Tiene que conseguir que el espectador salga del cine y diga: "Me ha gustado". Para mí eso es el éxito.
Los estilos han ido cambiando con los años. En mi caso, me interesa modernizar el sonido orquestal y orientarlo a algo más retro, como sucede en Alguien tiene que morir. Me gusta no anclarme en un solo sonido.
En una entrevista con Max Richter, este hablaba de la importancia de las bandas sonoras en el cine. Señalaba que si a Star Wars se le quitaba la música, había escenas que no tenían ningún sentido. ¿Cuán importante es una banda sonora en el cine?
El planteamiento del director es importante. Por ejemplo, en Palmeras en la nieve, de Fernando González Molina, él grababa muchas escenas que si las ves solas no tienen ningún sentido. Con la música como acompañamiento, todo cambia. Depende un poco del proyecto. Ahora acabo de terminar una película llamada Extremo (Netflix), y es la primera película de acción de verdad en España. Los últimos 10 minutos son todo música, música y música. La banda sonora debe mantener la tensión.
Con tan solo 36 años tienes un gran currículum a tus espaldas. ¿Eres consciente de tus logros?
Tuve la suerte y la desgracia de empezar muy joven. Suerte porque pude conocer y colaborar con gente de la que aprendí mucho; desgracia porque no he podido tener una vida más personal o más normal. Pero bueno, ha sido parte de mi carrera y, desde luego, teniendo en cuenta que lo que más me gusta es aprender, no me arrepiento de nada.
Tuviste un cáncer con 21 años y la música se convirtió en tu refugio. ¿Cómo consiguió ayudarte?
La música consiguió darme las fuerzas para conseguir mis objetivos y, paradójicamente, vivir de ella. Después de tener cáncer, me di cuenta de que la vida se vive solo una vez y hay que hacer lo que a uno verdaderamente le gusta.
Para unos puede ser tener una familia y tener un trabajo que pueda sustentar a esta. Para otros ir al bosque y perderse en la naturaleza. En mi caso, era la música lo que me llenaba.
Con toda la vida por delante, ¿qué futuro tienes en mente?
Este año que viene, si la Covid-19 nos deja, voy a estar dando conciertos que serán muy inmersivos. Va a haber unos visuales muy interesantes para que sea toda una experiencia. Y luego, sigo con mis series y películas. Bastante ocupado, como siempre.