Los cantos en el Teatro Real se han apagado en la tarde de este jueves para dejar paso a los secretos del último medio siglo de historia de España. El director de la institución, Gregorio Marañón, ha presentado sus Memorias de luz y niebla (Galaxia Gutenberg), en una conversación con el periodista Iñaki Gabilondo en la que han desgranando algunas de las numerosas cuestiones que se tratan en el libro, que ya va por la tercera edición y recoge la trayectoria íntima, política, social y cultural de un hombre "liberal, de centro y progresista" guiado en toda esa vida por el consenso.
"Este es un libro al que uno se lanza con la voracidad y curiosidad más absolutas. Está el who is who desde que murió Franco hasta nuestros días. Los grandes acontecimientos no los ha vivido cerca, sino desde dentro y como protagonista", ha resumido al inicio Gabilondo después de que el actor y académico José Luis Gómez leyese unos fragmentos del capítulo introductorio de la obra. Marañón ha confesado que ha ido archivando a lo largo del tiempo una serie de notas y apuntes que le han servido "como percha para desarrollar con mayor precisión esos recuerdos que componen ese espejismo de luz y niebla".
Los dos protagonistas han abordado la "tan intensa y tan extensa" vida del abogado, empresario, académico y director de instituciones culturales, desde esa infancia marcada por su abuelo, el doctor Gregorio Marañón —y esa frase de "la bondad importa más que la inteligencia" que le costó años aprender—, hasta su actual éxito como presidente del Teatro Real.
Participante del proceso de Transición que trajo la democracia a España, Marañón la considera como "un ejemplo de lo que se consiguió desde la concordia, el consenso, el diálogo y la capacidad de pacto y que habría que recuperar". "Es una referencia y creo que todos los partidos constitucionalistas deberían fijar nuevos acuerdos y consensos que contribuyan a la recuperación de nuestro país", ha añadido. Ha recordado que su rechazo a ocupar cargos gubernamentales se explica por su convicción de que "desde la sociedad civil también se puede hacer política".
En el terreno empresarial, Gregorio Marañón Bertán de Lis (Madrid, 1942), miembro del consejo de administración de EL ESPAÑOL, cuenta con una "vastísima experiencia", según ha evocado Gabilondo, desde bancos como Urquijo o Argentaria hasta grupos de comunicación como Prisa. "Tenemos un excelente empresariado que es perfectamente equiparable a cualquier otro país de nuestro entorno: competitivo, que poco a poco se siente involucrado en causas sociales y culturales, dialogante, que respeta el curso político", ha valorado el autor.
Importancia de la cultura
La biografía cultural de Gregorio Marañón es igual o todavía más extensa. A su presidencia del Teatro Real desde 2007 hay que añadir que forma parte del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional y de los patronatos del Real Alcázar de Sevilla, del Museo de Ejército, del Archivo Histórico de la Nobleza y de la Fundación Fernández-Cruz, además de ser académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, académico honorario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.
"Eres un español muy raro, siempre digo que a los españoles nos sale muy mal sumar, mejor restar y dividir, y tú tienes vocación de ser una especie de imán que une elementos culturales", ha lanzado Gabilondo. "No me reconocería como alguien que suma pero sí como alguien que sabe reconocer", ha argumentado Marañón.
Para él, "lo que nos define como sociedad es el hecho de compartir una misma cultura", esencial en un momento, a su juicio, en el que el país tiene "unas quiebras tan importantes". "En España sigue faltando esa visión de que la cultura es estratégica para el devenir de nuestra sociedad", ha resumido, poniendo un ejemplo muy clarificador: en Alemania, con la crisis de 2008, no se redujeron las ayudas a la cultura porque está considerada como uno de los motores. Aquí fue el primer sector en el que se metieron las tijeras.
Marañón, un hombre de profunda fe, y Gabilondo han cerrado su conversación repasando todo el proceso de "pacificación" del Teatro Real y la recuperación de su condición de referente cultural en España así como de su proyección internacional. "Hay un orgullo de participación en este proyecto que ha hecho que tengamos cuatro nominaciones en los Oscar de la ópera", ha destacado el presidente de la casa, que ha confesado que se planteó su dimisión cuando José Ignacio Wert era ministro de Cultura y presionó para contratar como director artístico al candidato que él quería.
Memorias de luz y niebla, la vida plena de Gregorio Marañón, está plagada de episodios y entresijos como ese en el que aparecen los grandes protagonistas de la España de los siglos XX y XXI: José Pedro Pérez-Llorca, José María Maravall, Adolfo Suárez, Zapatero, Rajoy, Jesús de Polanco... y así hasta completar 27 páginas de índice onomástico.