El compositor turolense Antón García Abril, uno de los fundadores del grupo Nueva Música (1958) y compositor de más de 200 bandas sonoras para cine y televisión como las de Los santos inocentes o El crimen de Cuenca, ha fallecido este miércoles en Madrid a los 87 años.
Según ha informado a Efe la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Antón ha muerto en Madrid y deja tras de sí un gran legado musical compuesto por obras para orquesta, cantatas, conciertos, música de cámara y más de 200 bandas sonoras para cine y televisión.
La SGAE ha expresado su "dolor" por la muerte del que han calificado como "una referencia" para la entidad, donde fue miembro de su junta directiva en diversos periodos y fue nombrado consejero de honor.
"Desde esta entidad, queremos trasladar nuestro pésame a los familiares y amigos de Antón García Abril, uno de nuestros maestros de la música contemporánea y un firme defensor de la cultura, la educación y el derecho de autor. Fue un creador con personalidad y ajeno a modas que, partiendo de la libertad, construyó emociones en la música culta. Sin duda, una referencia en la música y en la cultura española"", ha expresado Antonio Onetti, presidente de la SGAE.
Nacido en Teruel (1933), García Abril deja más de mil obras registradas.
Su obra sinfónica pasa por la mayoría de las formas musicales: obras para orquesta, cantatas, conciertos, música de cámara y destacados ciclos de canciones inspirados en los poetas españoles más importantes.
Además, ha indicado la SGAE, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) le encargó en 1986 la composición de la ópera Divinas Palabras, sobre la obra de Ramón María del Valle-Inclán.
Para el gran público, es más conocida su faceta de autor de más de 200 bandas sonoras para el cine como Los santos inocentes, El crimen de Cuenca, Sor Citroën, Vente a Alemania, Pepe o La ciudad no es para mí, entre otras.
También compuso para la televisión sintonías de series como El Hombre y la Tierra, Anillos de Oro, Segunda enseñanza, Brigada Central, Compuesta y sin novio, Ramón y Cajal o Fortunata y Jacinta.
Miembro de la denominada Generación del 51 y uno de los fundadores del grupo Nueva Música, la larga carrera de composición del turolense ha sido reconocida en los foros de mayor prestigio nacional e internacional.
Galardones como el Premio Nacional de Teatro (1971), el Premio Nacional de Pedagogía e Investigación Musical (1991), el Premio Nacional de Música (1993), la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1998), o el Premio SGAE de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria (2006).
En su faceta didáctica destaca su labor pedagógica al frente de la cátedra de Composición y Formas Musicales del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Durante casi treinta años ejerció esta actividad docente de manera continuada.
En 1989 compuso el himno de Aragón por encargo de las Cortes de dicha comunidad autónoma.
Su trabajo de composición musical para el audiovisual se vio reconocido en octubre de 2014, cuando la Academia de Cine le otorgó su Medalla de Oro.
En mayo de 2018 celebró su 85 cumpleaños con la publicación de un nuevo disco y un concierto que tuvo lugar en la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando en Madrid, de la que era miembro desde 1982.