La estatua del comerciante de esclavos Edward Colston, derribada el año pasado durante las protestas de Black Lives Matter en Bristol, formará parte de una nueva instalación del museo de historia de la ciudad. Hace casi un año los manifestantes arrancaron la obra de su pedestal y la arrojaron al río, en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo y provocaron un acalorado debate.
Esta exposición temporal llevará el nombre de La estatua Colston: ¿y ahora qué?, junto con la imagen del comerciante se exhibirán pancartas usadas durante las protestas. El interés de la propuesta que albergará el museo M Shed de Bristol reside según sus organizadores en generar un debate sobre qué hacer con la estatua y qué lugar debe tener en la ciudad.
Edward Colston fue un importante comerciante de la ciudad que entre los años 1680 y 1692 obtuvo grandes beneficios del comercio con esclavos. Se estima que su compañía pudo haber traficado con más de 80.000 esclavos en esta horquilla de tiempo, transportándolos desde África hasta a América del Norte.
Sin embargo, sus cuantiosas aportaciones a los servicios públicos ingleses, así como su faceta filantrópica, en especial en la ciudad de Bristol, hizo que el comercio de esclavos se ignorase hasta la década de los 90 cuando diversos grupos empezaron a denunciar el lugar que la imagen de Colston ocupaba en la ciudad.
Mientras que algunos, como el historiador David Olusaga, compararon el derrumbamiento de la estatua con la destrucción de la imagen de Sadam Husein en la Plaza Firdos de Irak. Otros en cambio consideraban la imagen de Colston como una parte fundamental del pasado de la ciudad y condenaron los actos de los manifestantes.
El debate ahora pretende trasladarse a los habitantes de Bristol. El alcalde la ciudad, Marvin Rees, ha instado a la ciudadanía a "participar en esta conversación acerca de la historia". Rees describió en una entrevista para The Guardian los actos ocurridos en el verano de 2020 como "un acto de poesía histórica", mostrando abiertamente su rechazo a la figura del esclavista y añadiendo que no podría "no condenar actos violentos" como representante de la ciudadanía, pero tampoco "pretender que la estatua no tiene nada que ver conmigo mismo" añadía con relación a su ascendencia jamaicana.
En septiembre del año 2020, el edil formó una comisión histórica para decidir el futuro de la estatua. Ahora esta exposición, así como su versión virtual y un cuestionario en línea, están a disposición de los habitantes de Bristol que serán quienes decidan el destino de la imagen del esclavista.