El Museo Reina Sofía se rearma en las Vanguardias gracias al depósito de 33 obras, fechadas entre los años 1912 y 1933, en la colección permanente de la institución, coja de esta parte decisiva del arte español. El director del museo, Manuel Borja-Villel, y el vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, Emilio Gilolmo, han firmado un convenio de depósito renovable de cinco años, en comodato de bienes culturales. El acuerdo es el mayor trasvase cubista recibido en las salas del centro de arte contemporáneo, a las puertas de celebrar el gran año Guernica.
Es el segundo depósito que el Museo Reina Sofía recibe de Telefónica, que ya había entregado en 2002 un total de 27 obras, entre las que figura Juan Gris, Tàpies y Eduardo Chillida. En este caso se incorporan trabajos de artistas no representados en la colección, como Vicente Huidobro, Louis Marcoussis o Jean Metzinger, Albert Gleizes, André Lhote, María Blanchard, entre otros. Y sobre todos ellos las nuevas cinco obras de Juan Gris, “considerado por muchos especialistas el refundador del cubismo”.
El depósito se formalizará en abril, hasta entonces las piezas siguen su marcha por exposiciones. “Es una importante incorporación porque esa parte del cubismo internacional el museo lo tiene menos completo. El Reina Sofía es un aliado. El año que viene se celebra el aniversario del Guernica y quieren hacer situar el contexto previo junto a la exposición que montarán”, cuenta a este periódico Laura Fernández, la responsable de colecciones de Telefónica, que apunta que tras el préstamo seguirán conservando la fotografía y la obra en papel, pero que la pictórica está repartida entre el Reina Sofía, IVAM y MACBA. “Lo más importante está depositado. Pero el depósito implica que la obra está a nuestra disposición”, añade.
Rosario Peiró, jefa de colecciones del Reina Sofía, asegura que la colección Telefónica en el Reina Sofía -casi 60 piezas- estará ubicada en la segunda planta y llevará el reconocimiento al prestamista en la titularidad de la sala (como ocurre en este momento con los fondos prestados por la coleccionista Patricia Phelps Cisneros). “El depósito es importantísimo, porque es una colección muy buena. Es la colección más importante sobre cubismo de la órbita española. Con la aportación se refuerza la colección, pero en el museo teníamos una colección pequeña pero buena”, explica.
“Llevábamos mucho tiempo deseando recibir esta parte de la colección. Las obras no van a estar en la exposición dedicada al Guernica [que se inaugura en abril de 2017] y a Picasso, pero estarán instaladas como el precedente”, cuenta a este periódico Peiró. “Ganaremos en representación del cubismo español. No perderemos ninguna de las piezas expuestas ahora. Hay varias películas proyectadas, y pasaremos a ponerlas en monitor. No perdemos nada, sólo ganamos”, añade.
De esta manera el Museo Reina Sofía trata de tapar un hueco histórico y un interés por las Vanguardias, que en los últimos ocho años había brillado por su ausencia. Tal y como informa Telefónica a este periódico, la colección cubista estará cubierta por el seguro contratado por la empresa, y la garantía del Estado se hará cargo de una parte pequeña. La garantía del Estado tiene prioridad en las colecciones propias, no tanto en los depósitos privados, informan desde Telefónica que han preferido mantener su póliza contratada. Eso sí, prefieren no desvelar el valor por el que han sido asegurados, aunque aseguran que el precio es alto debido a la calidad del préstamo.