Carmen Thyssen saca a la venta su colección: “Vale más de 1.000 millones”
Cervera presiona al Gobierno para que le permita mover por todo el mundo la obra cedida al Museo Thyssen y alojada en paraísos fiscales de las Islas Cook.
16 febrero, 2017 13:25Una semana antes del cierre de las negociaciones con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por la renovación del préstamo de su colección privada, depositada en el Museo Thyssen-Bornemisza, Carmen Cervera lanza un comunicado en el que pone precio a sus cuadros: vale “más de 1.000 millones de euros”. No aclara cómo ha tasado el conjunto de sus adquisiciones albergadas en paraísos fiscales, pero asegura que “genera unas ganancias para Madrid de entre 7 y 8 millones de euros anuales”.
Este es el argumento que esgrime la viuda del barón Thyssen para advertir al Gobierno de Mariano Rajoy que ni puede estar “en una situación de precariedad”, ni “sin un marco legal claro y estable”, dando a entender que hasta el momento no lo ha tenido. Sin embargo, los presta desde 2002 con una concesión que se firmó por 11 años. Y cuando se agotó se renueva año a año.
No aclara en su comunicado es que ha sacado del acuerdo casi 230 pinturas desde la cesión original
Cervera ha utilizado la rueda de prensa de presentación de la exposición Obras maestras de Budapest del museo público que ella misma gestiona, para repartir con su despacho de abogados un comunicado en el que ella subraya que “desea” que su colección siga en España “siempre y cuando tenga un marco legal” que la “respete y proteja”, “garantice su accesibilidad y movilidad” para llevarla a exhibiciones “en todo el mundo” para darle “mayor visibilidad”.
Lo que no aclara en su comunicado es que ha sacado del acuerdo casi 230 pinturas desde la cesión original. El mayor despojo ocurrió en 2012, cuando retiró 147 piezas de las salas de exposición. Tampoco apunta que, gracias al acuerdo del que se beneficia, Cervera mantiene la colección privada mejor conservada y revalorizada de Europa. El Estado paga (aval) el seguro de las pinturas, más de 400 millones de euros anualmente, a pesar de que Carmen Cervera oculta su patrimonio pictórico en sociedades radicadas en el paraíso fiscal de las Islas Cook: Nautilus Trustees Limited (que incluye a Omicron Collections Limited, Coraldale Navigation Incorporated, Imberia Anstalt y la citada Nautilus Limited).
Las joyas de la colección de Cervera son Mata Mua de Gauguin (tasado en casi 40 millones de euros), Idas y venidas del mismo pintor (más de 15 millones de euros) o El puente de Charing Cross, de Monet (también en más de 15 millones de euros). Si se llega a firmar la propuesta de Cervera, la revalorización de la colección seguirá creciendo a coste del Estado.
Inversión a fondo perdido
El Estado compró en 2004 dos palacios colindantes al de Villahermosa para mostrar y conservar las obras de arte compradas por Cervera, por los que se desembolsaron más de 3.000 millones de pesetas, sin sumar la reforma. El museo tenía una superficie de 16.000 metros cuadrados y con la ampliación se ganaron 8.300 más. Las nuevas instalaciones habilitaban 16 salas, en las que se expone su colección. El personal técnico del museo está al servicio del exhaustivo mantenimiento de las piezas, que Cervera insiste en haber cedido gratuitamente.
La colección de Cervera, según los datos que se habían manejado hasta ahora oficialmente, se compone de 429 obras, de las que 250 están expuestas, y estaba valorada por la propia dueña en unos 750 millones de euros. En su comunicado de hoy valora en "más de 1000 millones la colección" y recuerda los puntos "esenciales" en los que deben alcanzar "un entendimiento" para acceder a renovar el préstamo de su colección a ese museo.
Ahora tenemos que pensar en un marco legal que respete y proteja el valor de esta colección única permanente y a largo plazo
Cervera quiere firmar un nuevo acuerdo que le permita mover el fondo por todo el mundo para seguir revalorizando la colección, a costa del erario público español. "Llevamos cinco años con renovaciones anuales o semestrales del préstamo. Ahora tenemos que pensar en un marco legal que respete y proteja el valor de esta colección única permanente y a largo plazo", añade el escrito.
"El primer paso ya lo hemos dado, que es sentarnos a hablar. Las conversaciones son cordiales, de buena fe y van por el buen camino. El ministerio de Cultura está realmente comprometido en encontrar una encontrar una solución para asegurar el futuro de mi colección en España, pero debemos tener la predisposición de todos los interlocutores".