“No hay hotel con peores vistas en el mundo”, reza como reclamo internacional The Walled Off Hotel (un juego de palabras que recuerda a la famosa cadena de hoteles de lujo Waldorf). Es idea y creación del artista Banksy, que lo ha ubicado a la sombra del muro de Cisjordania, que separa los territorios israelíes y palestinos. La mayoría de la decena de habitaciones del hotel miran directamente a las planchas de hormigón y concertinas, que divide a las dos comunidades.
Tiene previsto abrir sus puertas en una semana y está a la altura de la última aventura emprendida por el artista callejero: Dismaland, el parque de atracciones del desconcierto, que Banksy mantuvo abierto cinco semanas, hace dos años, en un enorme recinto abandonado en el Reino Unido, al oeste de Londres, para mostrar la cara menos Disney de la sociedad.
El hotel se encuentra en la Zona C de Cisjordania, controlada por Israel. Los ciudadanos israelíes tienen prohibido entrar en las zonas A y B, controladas por Palestina. De ahí que el par de banderas israelíes incluidas por Banksy ya han molestado. El administrador del hotel es Wisam Salsah, un antiguo guía turístico que conoció al artista en su primer viaje a Cisjordania, hace ocho años, y está convencido de que el hotel con vistas pondrá de relieve la cuestión del muro -considerado ilegal para la mayoría de la comunidad internacional- y generará una buena aportación para la economía de Belén.
La suite presidencial tiene un tanque de agua perforada por una bala, además de una cama roja espectacular (y asfixiante) y un jacuzzi en el centro de la estancia. Incluye, también, una pequeña sala de cine y un bar. La noche sale a menos de 30 euros.
El salón de piano está decorado con cámaras que controlan a los huéspedes, en un giro muy habitual en las denuncias del artista. Para decorarlo se ha inspirado en el viejo estilo de club colonial británico, con delicadas porcelanas y sofás de cuero.
El idilio arrasado
Las vistas de las habitaciones superiores del edificio de tres plantas se encuentran cara a cara con las garitas de control. El hotel está decorado con decenas de obras nuevas (y otras tantas antiguas) del artista. Una de las pinturas muestra a una aldea bucólica arrasada por un vehículo blindado.
El hotel se ha construido durante 14 meses y la intención es atraer y concienciar a los visitantes extranjeros a esta esquina ocupada de Cisjordania, donde no es habitual encontrarse con turistas. La apertura coincidirá con el centenario de la Declaración de Balfour, firmada en 1917 por el gobierno británico a favor de la patria judía que ayudó a allanar el camino para la creación de Israel.
En el comunicado, Banksy asegura que desde que Gran Bretaña tomó el control de Palestina sólo se han alcanzado “resultados caóticos”. “No sé por qué, pero creí que era un buen momento para reflexionar sobre lo que sucede cuando el Reino Unido toma una gran decisión política sin comprender plenamente las consecuencias”.