La piel se convierte en mural, la imperfección en musa y el cuerpo en el retrato de una denuncia social. Sobre el muslo se dibujan unas líneas curvas que recuerdan a olas tranquilas, de colores, unas encima de las otras y sobre la perfección de la figura.
Zinteta -nombre artístico con el que firma su obra la ilustradora catalana Cinta Tort- pone color a estrías, cicatrices y arrugas. No quiere taparlas, no busca cubrir las imperfecciones, tan sólo quiere destacar las peculiaridades que hacen único al cuerpo. Los colores intensos acentúan las marcas sobre la piel, la purpurina hace las veces de sangre y el arcoíris se convierte en el símbolo de la menstruación. La joven catalana está graduada en Magisterio de Educación Primaria pero ahora se abre paso en el arte y la reivindicación con un proyecto que pretende luchar contra la presión estética a la que están sometidas las mujeres.
Todos los cuerpos son válidos, bajo este lema la joven transforma los defectos -impuestos- en una excusa para pintar, disfrutar y aceptar. Es la ruptura, a través del arte, con las inseguridades y los estereotipos. "En mis últimas producciones quiero visibilizar la realidad corporal y enviar el mensaje de que todos los cuerpos son válidos", explica Zinteta a EL ESPAÑOL.
Tú cuerpo es válido
"Quiero eliminar la idea de que las estrías no son bellas, que no debemos tenerlas y que tenemos que eliminarlas; no es así, las estrías están en nuestro cuerpo y lo van a seguir estando porque forman parte de nuestro proceso vital", sentencia la joven artista. Es un discurso que defiende la identidad de la mujer y un alegato a favor de los defectos como parte de la naturaleza física.
Con su pintura quiere liberar al cuerpo de las ataduras: "Todo aquello que nos han hecho creer que son imperfecciones, todo lo que debemos eliminar… no es cierto. Forman parte de nosotras, de nuestra esencia y no debemos permitir que nos hagan creer que es algo feo", afirma. Zinteta no cree en las imperfecciones, para ella sólo hay pieles distintas, marcadas por el cambio de la piel y las manchas que nos identifican.
"Son cosas que están en nuestros cuerpos, forman parte de nosotras, de nuestra esencia, y no debemos permitir que nos hagan creer que es algo feo. Todas tenemos pelos, manchas, pecas, estrías, pliegues… y vamos seguir teniéndolo, así que no debemos permitir que nos hagan pensar que son cosas que debemos eliminar".
No me doy asco
No sólo quiere acabar con las imperfecciones, su obra va más allá y denuncia los estigmas sociales que han convertido lo natural en tabú. En el proyecto Mancho y no me doy asco traslada, con el poder del color, la menstruación al arte con el bodypaint y la ilustración. "Esta idea nació en enero con la idea de eliminar el tabú de la menstruación, para normalizarla y poder crear una red de reflexión entre las personas", describe.
Muestra lo que es el cuerpo, con su esencia y sus aciertos. Colorea los defectos para que el ojo y la mente lo asimile con normalidad, más allá de lo que se ha impuesto y por encima de lo que se cree en la sociedad machista.