La Corte de Apelaciones de EE.UU. ha denegado hoy la petición del Thyssen y del Estado español de reconsiderar su decisión sobre abrir la causa que pretende demostrar que el museo sabía, cuando lo compró, que uno de sus Pissarro es fruto del expolio nazi y que, por tanto, debe devolverlo a sus legítimos propietarios. Según ha informado esta noche el abogado Bernardo Cremades, que representa en el caso a la Comunidad Judía de Madrid y la Federación de Comunidades Judías de España, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito Federal de Estados Unidos, con sede en San Francisco, ha decidido denegar "la petición de reconsideración por el pleno" pedida por la Fundación Thyssen y el Estado español.
España se personó en julio en calidad de "amicus curiae" -tercero ajeno en un litigio que ofrece su opinión para colaborar en la resolución- para apoyar al museo en su petición de reconsideración ante el Tribunal de Apelaciones. La petición hoy denegada iba contra la decisión de julio de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito que decidió que los descendientes de Lilly Cassirer tienen derecho a que se juzgue si son los dueños legales o no del lienzo de Pissarro "Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia" (1897).
Ese fallo corregía a su vez el del Tribunal Central del Distrito de California, que en 2015 había dado la razón al Museo Thyssen. Ahora, según Cremades, el expediente del caso "bajará al juez de primera instancia y empezará el juicio", una causa que podría comenzar a dilucidarse "dentro de unos meses". "Esta resolución es importante porque el Thyssen nunca ha negado que los legítimos dueños sean los herederos de David Cassirer", ha añadido Cremades.
El Pissarro
El museo, a través de sus abogados, siempre ha sostenido que la obra fue adquirida "de buena fe". En sus argumentos para aceptar la apelación de la familia en julio, el tribunal expuso que los demandantes están todavía en el plazo legal para reclamar la obra expoliada por los nazis, así como que el museo podría ser juzgado bajo la figura del "encubridor" en el supuesto de un hurto, recogida en su interpretación del artículo 1956 del Código Civil español.
El cuadro es una escena callejera parisina pintada en 1897 por Pissarro, que ha estado expuesto en el museo desde 1993 y que el Estado español adquirió como parte de la colección del barón Heinrich Thyssen-Bornemisza. La demanda original fue presentada en 2005 por el fotógrafo Claude Cassirer, residente de La Mesa (California), quien descubrió cinco años antes que el cuadro estaba expuesto en Madrid. Cassirer, que falleció en septiembre de 2010 a los 89 años, recurrió a los tribunales californianos para exigir a la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza y al Reino de España que le entregaran el Pissarro.
Tras su muerte, sus herederos mantuvieron el caso abierto al considerar que la obra perteneció a Lilly Cassirer Neubauer, abuela de Claude Cassirer, una mujer judía que logró huir de la Alemania nazi y se vio forzada a deshacerse del cuadro por 360 dólares, en marcos alemanes, en su intento por conseguir el visado para salir del país. Tras la guerra, Lilly Cassirer reclamó judicialmente la obra y el Gobierno federal alemán la reconoció como su propietaria legal y le entregó 120.000 marcos como compensación.
El cuadro fue localizado en Estados Unidos en 1951, cuando fue comprado por el coleccionista de arte Sydney Brody. Posteriormente, fue adquirido por el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza en 1976.