Joaquín Sorolla se dedicó a construir la verdad en sus paisajes y la elegancia en sus retratos. Liberó su mancha en los efectos del agua y en los brillos de la luz, y atendió a los vestidos y trajes de los más acomodados. El Museo Sorolla y el Museo Nacional Thyssen inauguran una exposición que muestra el interés del pintor por la moda, aunque los vestidos reunidos no sean los de las pinturas. Este es un recorrido de diez pinturas de su crónica de la elegancia.