Se trata del adelanto de una exposición que se inaugurará la semana que viene: esculturas de sexo explícito en planchas metálicas, en las que Antoni Miró trata de homenajear el arte griego. Lucen en la zona de la Marina de Valencia, a plena luz del día, a ojos de todos los viandantes, pisando algunos callos, especialmente los de los padres que pasean por allí con sus hijos. El delegado del Foro de la Familia, Vicente Morro, ha exigido la "retirada" de las esculturas al considerar que son "inadecuadas" para ocupar un espacio público y "poder vulnerar la Ley del Menor".
El escultor se ha mostrado "sorprendido" por la polémica y recuerda que su trabajo está inspirado en la cerámica popular griega "de hace más de 2.500 años". "La mayoría de la gente lo ve normal, hay más opiniones favorables que en contra", ha señalado el artista. No entiende que estas escenas pisen callos "con la cantidad de cosas que pasan actualmente", cuando, además, "son la cosa más normal del mundo".
"Siempre hay personas malpensadas que se aferran a ideas muy extrañas y antediluvianas". Miró sostiene que a los niños se les utiliza "como una excusa" y que realmente a quien molestan es a "algún padre que está un poco atrasado". Está previsto que las esculturas se queden ahí hasta finales de año.