Si Banksy destruye su propia obra subastada, es arte, o eso dice un mercado interesado que todo lo devora, hasta la transgresión -alegan esta parafernalia de que el cuadro "reúne crítica, creación, destrucción…" o quizá sólo vende humo-; pero no cualquiera puede emular esta performance sin fracasar estrepitosamente. Lo ha intentado un coleccionista de arte con cómico resultado. El hombre poseía una impresión de Niña con globo rojo -la misma obra que el artista urbano destruyó el pasado sábado tras ser subastada por 1,2 millones de euros en Sotheby’s-, y para sumarse a la ola de moda, la ha cortado con un cuchillo pensando que aumentaría su valor.
Nada más lejos de la realidad: la copia estaba valorada en 40.000 libras (45.616 euros), pero ahora, tras ser rajada con alegría, los expertos del portal especializado en arte My Art Broker estiman que no cuesta más de una libra. Cuenta Telegraph que el propietario tenía la intención de revenderla por 80.000 libras y así duplicar su precio. Se trataba de una de las 600 impresiones originales que existen en el mundo, pero el tiro le ha salido por la culata. Los expertos lamentan la pérdida de uno de los originales Niña con globo rojo.