Muere Carlos Cruz-Diez, exponente mundial del arte cinético, a los 95 años
El artista venezolano ha fallecido en París tras una vida dedicada íntegramente al arte.
28 julio, 2019 17:04Noticias relacionadas
Carlos Cruz-Diez, quien hasta ahora residía en la capital francesa, ha fallecido este 27 de julio. Así lo ha confirmado su página web, en la cual se declara que "los homenajes serán realizados en la estricta intimidad de la familia".
"Tenemos el inmenso dolor de anunciar el deceso de nuestro amado padre, abuelo y bisabuelo, Carlos Eduardo Cruz-Diez", explica el comunicado. "Tu amor, tu alegría, tus enseñanzas y tus colores nos acompañarán por siempre", añaden.
Cruz-Diez había nacido en Caracas el 17 de agosto de 1923. Ya desde su infancia se interesó por el arte —descubrió el reflejo de la luz y el color gracias al impacto del sol en las vidrieras de la fábrica de su padre—. Poco a poco comenzó a jugar con los colores y a decantarse por un arte puramente abstracto.
Tras un breve paso por Barcelona, en 1960 se instaló en París con su familia, donde se le brindó la oportunidad de viajar a Ámsterdam y exponer en el Museo Stedelijk. El museo holandés sería el primero de muchas grandes pinacotecas europeas.
De Duchamp a Cruz-Diez
"En los últimos 50 años, he insistido en llevar el color al espacio, sin soporte y sin anécdota, revelándolo en su ambigüedad, como circunstancia efímera, en continua mutación creando realidades autónomas", defendió una vez el artista.
Y es que, Cruz-Diez fue uno de los mayores exponentes del arte cinético. Este tipo de arte, que se caracteriza por la elaboración de pinturas, esculturas y construcciones creadas para producir sensación de movimiento, tiene su origen en el movimiento futurista y en algunas obras del vanguardista Marcel Duchamp. No obstante, no sería hasta la década de los sesenta cuando ciertos artistas latinoamericanos lo convertirían en una referencia artística.
El motivo principal de esta explosión estética del movimiento —principalmente en países como Brasil o Venezuela— se dio gracias al crecimiento económico del continente en la segunda mitad del siglo XX. De esta manera, no es de extrañar que Jesús Soto y Alejandro Otero acompañaran a Cruz-Diez en la aventura cinética.
El venezolano obtuvo la nacionalidad francesa en el año 2008, dos años antes del 50 aniversario de su llegada a París. Su mayor exposición retrospectiva fue organizada por el Museo de Bellas Artes de Houston en 2011.