La fiebre de las fotografías en los museos puede desembocar en desgracias patrimoniales. El pasado 31 de julio, en el Museo Gipsoteca Antonio Canova de Possagno, un municipio de la provincia de Treviso, en el noreste de Italia, un turista austriaco que se fotografiaba con la estatua de Paulina Bonaparte o Borghese, del maestro neoclasicista, rompió dos dedos de la obra y se dio a la fuga. Pero todos sus movimientos quedaron registrados por las cámaras de seguridad y ya ha sido identificado.
Según ha informado la institución en un comunicado, el visitante "se sentó en la escultura de Paulina Bonaparte provocando la rotura de dos dedos del pie y alejándose apresuradamente del museo sin denunciar el hecho". Los guardias de la sala descubrieron los daños unos minutos después y dieron la voz de alarma. También ha sido posible identificarle gracias a que la entrada ahora solo se puede sacar reservándola por internet como medida de prevención ante el coronavirus.
El presidente de la fundación Antonio Canova, Vittorio Sgarbi, que supervisa la instalación, confirmó al diario Il Fatto Quotidiano que el autor del "horrible episodio" es "un turista austriaco". "Le pido a la policía y al poder judicial claridad y rigor, identificando al vándalo y no permitiéndole permanecer impune y regresar a su tierra natal", ha señalado, añadiendo que "espero que lo arresten rápidamente y que lo retengan durante al menos uno o dos días: debe comprender el alcance de la estupidez sin precedentes que ha cometido".
Preguntado sobre una posible negligencia de los vigilantes Sgarbi ha asegurado que "estaban de servicio, pero hay muchas obras. En unos minutos se detectó el daño y se dio la alarma, declarando la situación de emergencia inmediatamente".
La escultura dañada es el modelo original de yeso de la obra maestra de mármol de Antonio Canova que se muestra en la actualidad en la Galería Borghese de Roma. El escultor y pintor neoclásico retrató a Paulina Bonaparte como Venus Victoriosa. Ese boceto se conserva en el museo de Possagno, donde nació el artista en 1757.
El museo también ha avanzado los planes de restauración de la obra: "Reiteramos que nuestro patrimonio debe ser protegido: adoptar un comportamiento responsable dentro del museo respetando las obras y los bienes conservados no es sólo un deber cívico, sino una señal de respeto por lo que testifica nuestra historia y nuestra cultura y que hay que transmitir con orgullo a las generaciones futuras".