Superlópez, "un mileurista con poderes"
Javier Ruiz Caldera, Borja Cobeaga y Diego San José cuentan a EL ESPAÑOL las claves del estreno más potente del cine español en 2018.
3 junio, 2018 01:21Noticias relacionadas
Iron Man es un ricachón que tiene una empresa y un edificio para él. Batman heredó una fortuna y se cambia en una cueva llena de gadgets. Thor es un dios nórdico, Hulk un científico respetado y hasta Superman tiene una profesión como periodista del tres al cuarto. En España todo es más cutre, más del montón. Aquí los superhéroes desayunan un cruasán con café con leche en su piso de 70 metros cuadrados y luchan por llegar a final de mes. Es lo que le pasa a Juan López Fernández, nuestro superhéroe cañí por excelencia, aunque mejor conocido como Superlópez, que ve cómo pasa su vida de mierda desde “su siniestra oficina”.
El personaje de Jan se ganó a todo el mundo desde que se creara en 1973. Y lo hizo porque era como ellos. Aquí no servían esos estereotipos patrióticos usados en Marvel como el Capitán América. Por eso la mediocridad de Superlópez caló hondo, y por eso extrañaba que hasta ahora no hubiera llegado su adaptación cinematográfico. Hubo muchos intentos, y hasta Álex de la Iglesia anunció a José Mota como protagonista, pero finalmente no han sido ellos. Javier Ruiz Caldera, que se encargó de la brillante traslación de Anacleto a la gran pantalla, ha sido el elegido. Le han acompañado en la aventura dos guionistas de altura como Borja Cobeaga y Diego San José, que tras Ocho apellidos vascos y Fe de etarras, se atreven con su primer cómic.
Los tres coinciden en que la película -que se estrena el 23 de noviembre- recupera esa esencia del cómic original y hace que todos se sientan identificados con este “español medio”, como le define Cobeaga. Uno de los puntos clave de la historieta de Jan era su componente social y político. Cobeaga promete que la película será heredera de esa esencia. “Superlópez retrataba no sólo lo político, sino también lo social, a ese español medio, ese currante de clase media, que realmente es baja, y cuyos avatares estaban tan bien representados. Nos han vendido eso de la gran clase media, pero es que realmente somos clase baja, López sería actualmente un privilegiado, porque tiene trabajo, un contrato fijo y vive muy por encima de la media”, añade el guionista.
Para su amigo y coguionista Diego San José, una de las claves es que había que mantener esa “relectura castiza y costumbrista de un héroe norteamericano”. San José recuerda especialmente las tramas sociales de Superlópez, que hablaban de “injusticias sociales, influencias externas, el ejército o el periodismo”. “Éramos totalmente conscientes y hemos intentado adaptar esa filosofía y no perderla. Claramente Superlópez era un mileurista, sólo que esa palabra no existía entonces, pero la filosofía que mejor le representa, es un mileurista con poderes, pero pertenece a la gran masa de la normalidad, ni siquiera es un perdedor nato, es un cinco sobre diez en todo, en el amor, en el trabajo. Eso me gusta más que el perdedor, porque en él si te fijas, pero en el cinco no”, apunta.
Fans de los cómics
El trío de creadores leyó a Superlópez de pequeño. Algunos, como Cobeaga, eran simples lectores disfrutones, otros como Ruiz Caldera soñaban con dirigir esta película. “Cuando eres pequeño no eres fan, eres lector. Yo lo era de Mortadelo, de Zipi y Zape, de Superlópez… mi filmografía me delata. Pero es que desde que me dediqué al cine, incluso antes de Spanish Movie decía que quería hacer Superlópez, y en aquella época era algo casi inalcanzable, y me ofrecieron alguna adaptación antes de la primera película y yo decía que no porque quería hacer esta, y me decían, bueno pero es que eso te va a costar mucho, y me ha costado cuatro películas pero se ha cumplido”, cuenta por teléfono mientras va a ver cómo va la posproducción del filme.
Es la primera vez que hago una película y noto la presión esa del fan del cómic que necesita que no traiciones su imaginación
En el caso de Diego San José, los álbumes de Superlópez estaban en su casa antes que él. “Tengo un hermano siete años mayor que los leía y estaban en el escritorio que yo heredé. Había algún Mortadelo y muchos Superlópez, y tengo primeras ediciones de los primeros números. Es la primera vez que hago una película y noto la presión esa del fan del cómic que necesita que no traiciones su imaginación, que encima es la imaginación de un lector adolescente que es cuando más te empoderas y no negocias que no sea como lo recordaste. He tenido una Nochevieja entera para explicarla la diferencia entre trasladar y y adaptar”, cuenta a este periódico.
Una película de orígenes
La primera decisión que adoptaron los tres fue que no adaptarían una historia concreta de Superlópez. “Cada cómic lo dedican a un tema, pero nosotros hemos optado por una película de orígenes. Mantenemos los personajes, el tono, y somos fieles a la idea, pero nos hemos inventado una aventura. Nos reímos de nosotros, y tiene crítica social, aunque no respecto algo concreto como hacían los cómics”, apunta el director que prefiere no desvelar si es muy diferente a Anacleto, donde apostó por un humor más gamberro. “Hay conexiones pero no tienen nada que ver, porque Anacleto era para un público más adulto y nos permitió salidas más fuertes. Esta es más abierta, para un público que va de cuatro a 110 años”, zanja. Veremos a un Superlópez que tiene que lidiar con la hipoteca, o preguntarse donde tiende el traje o con su madre que siempre le dice que lo ve muy delgado.
Superlópez era un mileurista, sólo que esa palabra no existía entonces, pero la filosofía que mejor le representa, es un mileurista con poderes
Lo que había que mantener era que esto es “una parodia de Superman”. “Funciona como el espejo español y paródico del superhéroe. A Javi, a Diego y a mí nos gustan las películas de orígenes. Mira las películas de Spider-Man, que se pasan contando sus orígenes en todas, pues por qué no contar los orígenes de Superlópez. La premisa es pensar qué le pasa a un superhéroe en España, si despertaría envidias, si reprimiría sus poderes, si sería señalado...”, añade Cobeaga.
San José subraya que no se puede obviar todo lo que ha hecho Marvel y DC estos años: “Estamos en una época de muchas películas de superhéroes, es un fenómeno cinematográfico y se ha reinventado mucho el tono y el enfoque que se le está dando, y no puedes saltarte toda esa influencia y hacerla a espaldas de eso. Hay que navegar entre esos dos mundos: adaptar la esencia, los personajes, pero mantener esos códigos del cine de superhéroes”.
¿Habrá universo extendido?
Si Iron Man, Thor y Capitán América se dieron cuenta de que juntos eran más poderosos, Superlópez también lo hizo en la versión cañí de Los Vengadores. Se llamó El Supergrupo, y en él estaban el Capitán Hispania, nuestro particular Capitán América; Bruto, inspirado en La Cosa, ede Los cuatro fantásticos y vestido con un pañal; La Chica Increíble, que va equipada con todo tipo de artículos de peluquería; Latas, un robot que usa sus propias extremidades como armas arrojadizas; y El Mago, un trampantojo del Doctor Extraño.
Al director de Superlópez le encantaría que el cine español se abriera a este universo extendido, y avanza a EL ESPAÑOL que su película tiene “muchos guiños a los cómics que no quiero desvelar. Hay estar eggs durante toda la película. El que conozca los personajes y cómics bien va a disfrutar de muchos guiños. Ojalá lo que hayamos contado sea el origen. Lo decidirá el público”, opina y desvela que en Superlópez habrá vuelos, choques, robots gigantes, efectos espectaculares y cosas que “hasta ahora no se podían hacer a nuestro cine y vamos a demostrar que sí se puede”.
Cobeaga lo deja claro: “está a huevo”, y Diego San José también muestra su aprobación y cuenra que se ha hablado de ello, porque “es la evolución natural de este cine hecho en España. El Supergrupo sería una evolución, no creo tampoco que deba ser una costumbre, pero sería la primera vez que se hace un cine de ese tipo en España”. El próximo noviembre comprobaremos si este héroe que se rasca el culo cuando se despierta a ritmo de ‘Soy un truhán, soy un señor’, hace historia en el cine de entretenimiento español.