A punto de cumplirse diez años de la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica, el archivo de Salamanca busca superar la imagen de epicentro de disputas políticas y judiciales con que saltó a la opinión pública hace una década y convertirse en un referente cultural de primer orden porque "es un auténtico tesoro por descubrir". Lo está consiguiendo gracias a los hallazgos encontrados en su fondo documental, donde han aparecido el carné de prensa de Antoine Saint-Exupéry y, ahora, el de miembro de la CNT de Paco Martínez Soria (1902-1982).
El responsable de estas novedades es el investigador Policarpo Sánchez, especializado en patrimonio y uno de los mejores conocedores del archivo. Allí encontró hace poco el carné de afiliado del sindicato anarquista CNT del actor español, fechado para la temporada 1937/1938 en la que debutó como actor principal en un mediometraje cómico (Paquete, el fotógrafo público número uno), producido por esa organización.
Policarpo Sánchez ha encontrado también una carta del fundador y director del FBI, John Edgar Hoover, en la que solicitaba a la II República información sobre la actividad de determinados ciudadanos de Estados Unidos en España. "Es hora de sacar el verdadero partido que tiene el Archivo de Salamanca, de poner de manifiesto su auténtico valor cultural, de darle el espaldarazo definitivo como foco de interés mundial", también desde la perspectiva histórica y social, ha explicado en una entrevista con la Agencia Efe.
Este centro, principalmente configurado a partir de la documentación política, social, sindical y policial que el régimen franquista requisó al final de la contienda fratricida para fines depurativos y de represión, fue depositado en el Archivo General de la Guerra Civil, creado en Salamanca, y que en la actualidad se denomina Centro Documental de la Memoria Histórica.
"Más de la mitad de sus fondos quedaron sin clasificar" cuando perdieron interés para el régimen de Franco, "más preocupado con el paso del tiempo en la aparición de nuevos enemigos, diferentes a los vencidos en la Guerra Civil", lo que también redundó en la ausencia de una clasificación con criterios archivísticos. El resultado es "una gran cantidad de fondos sin catalogar", cajas sin abrir y papeles extraviados, es decir en lugares inesperados como el carné de Saint-Exupéry o la filiación sindical de Paco Martínez Soria, gracias a una metódica labor de consulta "documento por documento", a una labor de "infinita paciencia, movido por la fe y la pasión" de este investigador histórico.
Se topó con ellos, ha explicado, durante la búsqueda de materiales para elaborar un libro dedicado al papel del cine durante la Guerra Civil, "el primer conflicto bélico de la historia donde se utilizó la cinematografía como medio de comunicación social".