Cada vez que Donald Trump habla sube el pan. Sus declaraciones siempre tienen algún dardo para algún colectivo o alguna metedura de pata. La última se vivió el lunes, cuando en una entrevista el presidente manifestó desconocer los motivos que provocaron la Guerra Civil en EEUU e incluso se atrevió a decir que "si Andrew Jackson hubiera llegado un poco más tarde al poder se hubiera evitado". “Era una persona dura, pero con un gran corazón. Y estaba muy enfadado, veía lo que estaba pasando en lo relativo a la guerra y dijo: ‘no hay razón para esto’. La gente no se da cuenta. Si lo piensas, ¿por qué? La gente no se hace esa pregunta, pero ¿por qué hubo guerra civil? ¿Por qué no se pudo arreglar antes?”, comentaba Trump.
El primer error fue de base, Jackson murió en 1845 y la Guerra Civil comenzó en 1861, así que poco pudo hacer desde su mandato para evitar el conflicto, pero lo que ha molestado a los historiadores de EEUU no ha sido esa equivocación, sino que el propio presidente desconozca el pasado de su nación, y que además extienda el pensamiento de que no se habla de ello o los profesionales no han estudiado ese campo. “Lo primero es que los historiadores hemos hablado mucho sobre las razones de la Guerra Civil. Lo segundo es que hay un consenso abrumador entre los historiadores de que la Guerra Civil se produjo por la esclavitud. La declaración de secesión del estado de Missisippi, por tomar sólo una, es muy clara al respecto: Nuestra posición está completamente identificada con la institución de la esclavitud, el mayor interés material del mundo'”, ha dicho a Yahoo News Kevin Kruse, profesor de historia en la Universidad de Princeton.
“La pregunta de por qué ocurrió la Guerra Civil no es sólo la parte central del estudio de la historia de EEUU, sino también de toda nuestra mitología nacional y la respuesta de Lincoln a esa pregunta está cincelada por todas las paredes del Lincoln Memorial a sólo una milla de la Casa Blanca”, ha añadido Eric Rauchway, de la Universidad de California Davis en el mismo medio
De hecho la pregunta de qué provocó la Guerra Civil está hasta en los test para conseguir la ciudadanía de EEUU. “Cuando Donald Trump se asombra de la ignorancia y de la poca curiosidad de las masas, lo que realmente está haciendo es expresar su propia ignorancia. Lo que está diciendo es que nunca se ha preguntado por los orígenes de la Guerra”, ha dicho Nicole Hemmer, profesor en el Centro Miller de la Universidad de Virginia.
El gran corazón de un esclavista
No sólo el desconocimiento de la historia ha dolido a los expertos, sino también la reivindicación que hace de Andrew Jackson, un presidente considerado como esclavista. Eso es lo que también mantiene Jon Meacham, autor de American Lion: Andrew Jackson in the White House, que en Yahoo News criticaba que con esa declaración, Trump estaba manifestando un pensamiento extendido, que es que a lo mejor un pacto hubiera evitado la Guerra Civil. “El problema es que cualquier acuerdo con el Sur hubiera perpetuado la esclavitud en los estados en los que todavía había esclavistas. Lo que finalmente llevó a la secesión fue la negativa de Lincoln a permitir la expansión de la esclavitud hacia el oeste”, asegura Meacham.
Cuando Donald Trump se asombra de la ignorancia y de la poca curiosidad de las masas, lo que realmente está haciendo es expresar su propia ignorancia
Además Trump se refiera a Jackson como una persona con gran corazón, cuando “era un esclavista, y sus seguidores también y despreciaban a los que querían abolirla. Me cuesta creer que hubieran podido evitar la Guerra Civil, de hecho fueron las políticas de sus seguidores, especialmente las de James K. Polk, uno de sus herederos, las que precipitaron la Guerra Civil”, añadía en la entrevista el historiador.
Para Nicole Hemmer, Andrew Jackson sólo tenía un “gran corazón para los granjeros blancos”. “Menos aún para los indios americanos que mató y los afroamericanos que esclavizó. Dado el propio enfoque de Trump sobre los americanos blancos y sobre aquellos que no son blancos, no es sorprendente que él no vea los límites de la grandeza del corazón de Jackson”, ha zanjado el experto sobre la última polémica del presidente que ha dado más que hablar en 100 días que muchos en cuatro años.