Era 5 de noviembre de 1938 cuando sonaba por primera vez Adagio for Strings, de Samuel Barber. Se estrenó en un programa de radio dirigido por Arturo Toscanini, reconocido por ser uno de los mejores directores de orquesta del siglo XX. Toscanini había recibido la partitura de un joven Barber de 26 años y no necesitó siquiera cambiar o modificar una sola nota de su trabajo.
Desde aquella emisión al frente de la Orquesta Sinfónica de la NBC, la obra, con menos de un siglo de vida, ha sido la elegida para sonar en incontables funerales de celebridades de todas las artes. Daba igual la política que la ciencia, la música de Barber, con los detalles románticos y musicalmente conservadores que tanto le caracterizan, han sido el nexo de unión de miles de personas en los momentos más difíciles.
En 1945 fallecía el presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, uno de los grandes artífices de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. De esta manera, Adagio for Strings fue la pieza acompañó el anuncio radiofónico de su muerte. Tan solo 10 años más tarde, la obra musical volvía a resonar. Esta vez por la muerte del físico más relevante del pasado siglo, Albert Einstein.
Sucesivamente, Adagio for Strings se convirtió en un símbolo musical; en una especie de himno adoptado por todos para dar el último adiós. Los funerales de Grace Kelly o el también presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy fueron testigo de la "obra clásica más triste" según la BBC's Today. Hasta películas como Platoon e incluso videojuegos han añadido la histórica pieza a su repertorio. Su comienzo sereno y tranquilo acaba progresando gracias a los instrumentos de cuerda hasta formar parte de una melodía que no para de aumentar su intensidad y no paree hallar descanso.
Curiosamente, la obra que popularizó a Samuel Barber no fue escuchada en su propio funeral en 1981, tras fallecer de cáncer en Nueva York. El autor había vetado su creación, cansado de que únicamente se le reconociera por aquel trabajo a lo largo de los años.
Actualmente, Adagio for Strings se ha empleado en eventos conmemorativos que incluyen a cientos de personas afectadas. Fue la pieza escogida para honrar a las víctimas del World Trade Center del 11 de septiembre de 2001 y también para conmemorar a las más de 50 víctimas de la masacre de la discoteca Pulse de Orlando.
Ahora, el mundo entero vive una crisis global que no entiende de fronteras pero que está afectando con mayor gravedad a España y, concretamente, a la Comunidad de Madrid y la capital. Así, este mismo lunes comienza el luto oficial por los fallecidos por coronavirus en la Comunidad de Madrid, donde la bandera madrileña ondeará a media asta en los edificios públicos donde su uso sea obligatorio por decreto del Gobierno regional, que además invita a guardar un minuto de silencio a las 12.00 horas.
Este luto no tiene por el momento fecha de finalización, según recoge el decreto firmado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Asimismo, sonará en ese momento desde el balcón principal de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, un fragmento del Adagio for Strings, de Samuel Barber, con el propósito de honrar a los más de 6.000 españoles fallecidos y mantenerles en el recuerdo.