Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Israel una insólita moneda acuñada hace unos 1.900 años, durante la rebelión de los judíos contra la ocupación romana. Se trata de un ejemplar único de bronce que ha salido a la luz en la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde se ubican puntos religiosos de suma importancia como el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones, el Santo Sepulcro o la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa, según ha informado la Autoridad de Antigüedades del país.
La acuñación se convierte en la cuarta de las 22.000 monedas halladas en la Ciudad Vieja que pertenece a la época en la que el pueblo judío se levantó contra Roma en el siglo II, durante el reinado del emperador Adriano. En una de sus caras, la pieza de bronce deja entrever un racimo de uvas y la inscripción: "Año dos de la libertad de Israel". Asimismo, el hallazgo es de relevancia porque se convierte en la única moneda hasta ahora desenterrada con la palabra "Jerusalén" grabada en una de sus partes.
La Autoridad de Antigüedades de Israel ha afirmado en un comunicado que este tipo de monedas suelen hallarse siempre fuera de la Ciudad Vieja y de Jerusalén en general. "Es posible que un soldado romano de la Legión X hubiera encontrado la moneda durante una de las batallas en todo el país y la hubiese traído a su campamento en Jerusalén como recuerdo", consideran los arqueólogos.
Rebelión de Bar Kojba
La fecha en la que se data la exclusiva moneda de bronce se ubica en el espacio temporal de la rebelión de Bar Kojba, entre los año 132 y 135 d.C. En aquella época, Jerusalén era una colonia romana y las tensiones entre el pueblo judío y los invasores eran altas debido a las intenciones del emperador Adriano, que planeaba convertir Jerusalén en Aelia Capitolina, una ciudad romana dedicada al dios Júpiter.
De esta manera, la rebelión dirigida por Bar Kojba -que significaba "hijo de la estrella", lo que le convertía en una suerte de mesías- se expandió rápidamente por toda la región. Durante este breve periodo de independencia se acuñaron monedas y se instauró una especie de sistema administrativo y burocrático. Pero la reacción romana fue aplastante y el líder insurrecto asesinado en 135. Se instauró el terror en Jerusalén y esclavizaron a miles de judíos, que fueron vendidos por el vasto territorio del Imperio romano.
El hallazgo, registrado en el Parque Arqueológico William Davidson, ofrece otra perspectiva sobre la revuelta al hacerse referencia al "Año dos de la libertad de Israel". Las monedas acuñadas durante los primeros compases de insurrección solían llevar inscripciones como "Redención de Israel" y "Libertad de Israel". Los mensajes luego se tornaron más belicosos durante el tercer año, con mensajes como: "Por la libertad de Jerusalén", sobre todo durante el tercer año. Fue en ese momento cuando la rebelión se convirtió más en una acción guerrillera defensiva.
Esas otras monedas generalmente mostraban una imagen de la fachada del Templo (los romanos destruyeron el Segundo Templo en el año 70 d.C.), así como símbolos asociados con él, como trompetas, una lira, ramas de palma y ánforas. Como mayor signo de desafío, los judíos acuñaron y grabaron sus monedas sobre las que utilizaban los romanos.