El pasado lunes, cuando los miembros del Grupo de Investigación en Arqueología Protohistórica (GRAP) de la Universidad de Barcelona se desplazaron hasta el yacimiento íbero de la Ferradura - Els Castellets para realizar una inspección rutinaria sobre el terreno, descubrieron que el sitio había sido expoliado y destruido en buena parte. Telas rotas, cubos removidos, evidencias de picos sobre los vestigios... un auténtico atentado contra el patrimonio.
"Han entrado a casa y nos han robado. A nosotros y a vosotros", anunciaron desde el GRAP a través de sus redes sociales. "Alguien, no sabemos quién, pero por sus acciones podemos afirmar, sin riesgo a equivocarnos, que es una mala persona, un egoísta y un ladrón, ha considerado que el patrimonio de todos debe dejar de ser para todos y convertirse en suyo. Este alguien (...) ha decidido que podría coger una página valiosísima de nuestra historia común, un bien común, propiedad de todos, que había sido milagrosamente preservada hasta nuestros días más de 2.600 largos y complicados años, y quemarla en sólo cinco minutos, simplemente para su propio disfrute oportuno, haciéndola desaparecer para siempre, irrecuperable".
El Ayuntamiento de Ulldecona de se encuentra el yacimiento, que presenta una única fase de ocupación datada entre mediados del siglo VII y principios del VI a.C., en el marco de la I Edad del Hierro, ha interpuesto una denuncia ante los Mossos d'Esquadra. La alcaldesa, Nuria Ventura, ha asegurado que los daños son "graves" en una zona de unos veinte metros cuadrados y que se desconoce la dimensión del material expoliado. Creen que ha sido obra de unos furtivos equipados con detectores de metales.
El yacimiento, que los investigadores creen que cumplió una función estratégica al erigirse en una elevación desde que se controlan las vías de comunicación del entorno, está siendo investigado desde hace una década por los arqueólogos del GRAP. Carme Saorín, directora de las excavaciones, ha revelado que los expoliadores "se han llevado algo de una parte del yacimiento que estaba a medio excavar, correspondiente a una estancia, y donde ahora hay un agujero, mientras que en otro punto hay marcas de un pico", según informa Diari de Tarragona.
"Los furtivos sabían lo que hacían. El daño es irreparable porque ahora el entorno está alterado y han destruido una parte importantísima de nuestra historia", ha añadido la alcaldesa. Se han registrado evidencias de piezas arqueológicas robadas, pero los investigadores desconocen la cantidad total. "La importancia histórica está más que documentada y todo el mundo ha de ser consciente que el yacimiento tiene un gran valor histórico que va más allá del ámbito municipal", ha añadido Ventura.