En Londres ya han echado toda la carne en el asador para conmemorar el cuarto centenario de la muerte de William Shakespeare. A la sucesión de actos institucionales, lecturas públicas, obras de teatro y demás clásicos, se han unido otras actividades más originales y que han dado que hablar. La última de ellas ha sido crear un plano de metro en el que cada estación ha cambiado si nombre por una de las obras del escritor británico, o por alguno de sus personajes.
Mientras que en Madrid está la parada Vodafone Sol, los londinenses podrán parar en Otelo, Lady Macbeth o Hamlet, que corresponde al aeropuerto de Heathrow. Los nombres de las líneas también han mutado y se han convertido en agrupadores temáticos de las constantes de la obra de Shakespeare.
La azul oscura, o Picadilly Line normalmente, ha pasado a ser la línea Héroes, y en ella están las estaciones de Ricardo III o Enrique IV. La Northern Line, o línea negra, ahora es la de los Guerreros, y allí podremos parar en Coriolano o Talbot. Una muestra original que contrasta con los actos cervantinos en España, donde lo más atrevido ha sido ponerle gafas a los leones del Congreso de los Diputados.
Esta edición especial del plano puede adquirirse en el Museo del Transporte de Londres, en el Teatro Globe, donde se escenifican las obras del dramaturgo, y por internet. Entre los cambios más llamativos respecto al mapa tradicional, la estación de Westminster, donde se ubica el Parlamento británico, pasa a llamarse Rey Lear, mientras que St. Paul's (donde se ubica la Catedral) es Lisandro, de El sueño de una noche de verano, y Cannon Street se transforma en el Rey Juan.
El plano también destaca las ubicaciones de tres de los teatros donde en los siglos XVI y XVII se interpretaron obras del dramaturgo inglés, el Teatro Blackfriars, el Teatro Curtain y el Teatro Globe original (el actual es una reconstrucción). La directora de investigación del Globe -situado actualmente en la orilla sur del río Támesis-, Farah Karim-Cooper, subrayó que "lo que este maravilloso recuerdo revela es que la obra, los temas y los personajes de Shakespeare se cruzan de forma fascinante".
"Pensar en orientarnos por sus obras de la misma manera que lo hacemos en el metro nos recuerda que, a pesar de su complejidad, la obra de Shakespeare es accesible para todo el mundo", añadió. Ahora los turistas tendrán que aprender algo de Shakespeare mientras viajan por el entramado subterráneo del metro de Londres. Así entre estación y estación conocerán algo más de Macbeth, Hamlet y compañía.