Alicia se vende. Lo hace por dos millones de dólares. La musa de Lewis Carroll sigue siendo un valor seguro para las casas de apuestas, como demuestra el precio que esperan desde Christie's que alcance la primera edición de Alicia en el país de las maravillas que se venderá al mejor postor el próximo 16 de junio. No descartan que pueda alcanzar los tres millones, y es que esta versión es una rareza de la que sólo existen 22 copias, ya que el resto fueron destruidos por disconformidad con las ilustraciones que acompañan al texto de Carroll.
La pasión por su obra sigue más viva que nunca, ya que esta noticia ha coincidido con el estreno de la película de Disney basada en el cuento y que es, a su vez, una secuela del filme de Tim Burton de 2010. Todo el mundo quiere a Alicia, uno de los libros infantiles más populares de la historia de la literatura, por su capacidad de seducir a lectores de todas las edades. La propia casa de subastas ha calificado la copia de junio 1865 como “legendaria”. Fue imprimida por Macmillan & Co, la compañía británica responsable de publicar el libro. La fecha fijada era el 4 de julio, y se esperaba salir a la venta con 2.000 copias.
Sólo sobrevivieron 50 copias de esta primera edición, ya que Carroll pidió que se parara su impresión por el descontento del ilustrador John Tenniel con el resultado
Como anticipo se mandaron 50 de ellas al propio Lewis Carroll para que se las hiciera llegar a sus allegados. Justo después de esto, el responsable de las ilustraciones del libro, John Tenniel, manifestaba a Carroll que estaba muy descontento con la impresión de los dibujos que acompañaban su obra, por lo que el escritor pidió cancelar la impresión de esas 2.000 copias iniciales, además intentó también que se devolvieran esas 50 ya mandadas, de las que han sobrevivido 22.
Unos meses después, el 2 de agosto de 1865, Lewis Carroll lo confirmaba en su diario: “Hemos decidido reimprimir Alicia y que las 2.000 impresiones anteriores se vendan como residuos de papel”. También en una introducción de una edición posterior, el investigador de la obra de Carroll, Morton N Cohen (Calgary, 1921), escribió que el autor “hubiera estado conforme con mantener esa primera edición y que las impresiones posteriores se hicieran con más cuidado. Para él fue un claro caso de hacer concesiones a un ilustrador que no se comprometía”.
Cohen explicaba que fue Carroll el que más sufrió las consecuencias de esta reimpresión, ya que le afectaba económicamente. También Carroll lo contaba en su diario, donde decía que "si los 2,000 siguientes se vendieran, costarían 300 dólares y traerían 500 a las cuentas. Cualquier otra venta adicional sería una ganancia. Pero casi no puedo esperar que eso ocurra". No esperaba que Alicia en el país de las maravillas se convirtiera en el fenómeno que finalmente fue, uno de los más queridos de la historia.
Esta decisión provocó que esos 50 libros que sí que se publicaron hayan sido buscados por los coleccionistas como verdaderos tesoros, y que los bibliógrafos “soñaran con descubrir entre sus obras una de estas copias no registradas”, tal como recuerda Cohen en una de sus investigaciones, a la vez que plantea la duda que sacudió a los periodistas literarios de la época: ¿cómo fue posible que se tomara una decisión tan estrambótica y cara para un simple libro infantil del que no se sabía que adquiriría tal importancia?.
La casa Christie's explica, mientras calienta la subasta, que de aquellas 50 primeras impresiones han sobrevivido 22, que son consideradas “rarezas”. De estas, 16 se encuentran en bibliotecas nacionales, mientras que otras seis están en colecciones privadas, tal como informa el medio británico The guardian. La que ellos venden fue donada personalmente por Lewis Carroll a la igliesia cristiana de su amigo George William Kitchin, que a su vez se la regaló a su hija. Alexandra Kitchin era, además, una de las niñas que captaron la atención de Lewis Carroll. De hecho la edición incluye una fotografía suya tomada por el propio escritor.
Kitchin vendió su copia del libro en 1925 en una subasta y fue adquirido por la Biblioteca Pforzheimer. Desde aquí se perdió su rastro, aunque se sabe que pasó por la mano de diferentes coleccionistas hasta que fue adquirido por el estudioso de Carroll y bibliógrafo, Jon Linsdseth, tal como también informa The guardian.
Christie's remarca que esta edición no sólo es una de esas 22 "rarezas", sino que se encuentra con su encuadernación y su texto original y que "no existe otra copia así en manos privadas". Una oportunidad única para todos los fanáticos de Alicia que tengan, al menos, dos millones de dólares a mano.