Muere Robert Pirsig, el autor que hizo de la filosofía un viaje en moto
El autor fue rechazado por más de 120 editoriales antes de ser publicado y convertirse en 'bestseller', con más de cuatro millones de ejemplares vendidos. Viajó por carreteras secundarias de EEUU en moto, con su hijo, y de ahí partió el libro.
25 abril, 2017 14:14Está en todas las listas de libros que deberías haber leído antes de morir. De hecho, es el libro de filosofía más vendido en la historia del género, un bestseller que pasó al Libro Guinnes de los récords por las más de 120 editoriales que lo rechazaron antes de ser publicado en 1974, y vender un millón de ejemplares en el primer año en la calle y más de cuatro desde entonces. Zen o el arte del mantenimiento de la motocicleta (publicado en España por Sexto Piso) se convirtió en una de las bases intelectuales y espirituales del post-hippismo, en el que Robert Pirsig se quedaba en blanco mientras circulaba por carreteras secundarias en su moto, con su hijo. Fue el gran éxito de su vida, y la secuela, Lila: una investigación sobre la moral (1991), no llegó a su altura de ventas.
“No es mucha la conversación que puedes mantener en una moto. Te pasas el tiempo percibiendo cosas y meditando sobre ellas. Pensando relajada y profundamente sin que te metan prosa y sin sentir que estás perdiendo el tiempo”, escribe el autor que ha fallecido este lunes, en su casa de South Berwick (EEUU). Tenía 88 años. El libro logró conciliar el humanismo con el progreso tecnológico y caló en el corazón de la generación cansada de los años sesenta, y de las revueltas contra un mundo dominado por la alta tecnología. Pura experiencia norteamericana de posguerra: había muchas ganas de reconciliación con la vida real, y este libro llevó a los hippies a la vida adulta, sin trompicones.
Una moto, un pensamiento
Es un libro de viajes, de pensamiento oriental y de hippismo. Es un ensayo, una novela, es algo indefinido y tampoco es un libro sobre la práctica del budismo zen ortodoxo, como él mismo señala en el prólogo, ni tampoco demasiado exacto sobre la reparación de las motos. Es una crónica basada en hechos reales, aunque con cambios retóricos para que el texto vuele. “La motocicleta es principalmente un fenómeno mental”, dijo el propio autor. “Las personas que nunca han trabajado con acero tienen problemas para ver esto”.
Me siento feliz de estar recorriendo una vez más esta región. Es una especie de “ninguna parte”, famosa por nada que no sea justamente eso
Pirsig entró en contacto con el budismo zen durante la Guerra de Corea, cuando visitó Japón con permiso. Tras servir en el ejército, regresó a la universidad y se licenció como periodista y, más tarde, como filósofo.
“Me siento feliz de estar recorriendo una vez más esta región. Es una especie de “ninguna parte”, famosa por nada que no sea justamente eso. La tensión desaparece cuando se va por estos caminos. Damos tumbos a lo largo del machacado asfalto entre totoras y trechos de vegas y luego más totorales y vegetación de pantanos. Aquí y allá hay un trecho de agua, y si miras bien puedes ver patos silvestres al borde de los totorales. Y tórtolas... Allí hay un tordo alirrojo”, escribe al inicio del recorrido y del texto.
El relato da testimonio de sus 17 días en el camino, desde la casa de Pirsig, en Minnesota, hasta la costa del Pacífico. La acción del viaje se mezcla con largos monólogos interiores. En ellos muestra los dos cismas que le preocupan: por un lado, la guerra cultural de los años sesenta, en la que los hippies renegaron de la industrialización y los valores tecnológicos que habían sido abrazados por la sociedad. Por otro, su propia fractura mental. Pirsig padecía esquizofrenia a principios de los años sesenta, y reconoció que la escritura de este libro fue un intento de sembrar la paz consigo mismo, después de dos años de tratamientos hospitalarios y terapia de choque.