El español cada vez está menos interesado en la literatura. También ha perdido interés en los ensayos de humanidades y ciencias sociales. Imagino que no les extraña. Y a pesar de ello leen todas las semanas, aunque les sorprenda. Son “lectores frecuentes”. Pero menos que antes, porque los lectores frecuentes están en retirada. Ellas leen más libros, revistas y redes sociales que ellos, que se dedican sobre todo a periódicos y cómics. Cuanto más mayores, menos leen. Cuanto más estudios, más lecturas.
Le gusta muy poco leer por ocio en su tiempo libre. Menos de la mitad de la población lo hacen en ese momento de paréntesis laboral. Prefieren ocupar su descanso con otras actividades culturales que con la lectura. De hecho la industria cultural que más creció el año pasado fue Netflix. Las mujeres son las que más ocupan su ocio con libros. Y los madrileños los que más leen en ese rato sin trabajo. Los extremeños, los que menos.
Boca-oreja
Los españoles que leen más a menudo, leen dos libros más al año que antes. En total, 13. Uno al mes. Y a la semana le dedican unas ocho horas. De hecho, hay más lectores que hace unos años, pero casi la mitad de los españoles no leen nunca. Por cierto, los lectores llegan a los libros por recomendación familiar, no por publicaciones especializadas en literatura. El boca-oreja es la principal fuente de difusión de los productos de la industria editorial española.
Y ojo, que la edad crítica en la que se abandona la lectura es a los 45 años. Crack. Pero es que, además, entre los 25 y los 44 años se leen más redes sociales que libros. No es cosa de adolescentes. Les apetece leer más en casa que al aire libre o en el transporte público. En las bibliotecas lo hacen poquísimo. Los parados leen un poco más que los ocupados, pero mucho más que los jubilados. En la España urbana se ocupa con más lectura su tiempo libre que en la España rural.
Se aburre
¿Por qué a los españoles no les gusta leer? Por la falta de tiempo, pero sobre todo porque no les interesa o no les gusta. Además, prefiere emplear su tiempo libre en otros entretenimientos. Incluso, los libros les parecen caros.
Le gusta que sus novelas sean en papel. El libro electrónico tampoco ha dado alcance todavía -a pesar de los pronósticos- al libro de bolsillo. Prefiere comprar su lectura a pasar por la biblioteca. Es más, le gusta que se lo presten antes que bajárselo en internet. Y a pesar de ello, cuando se lo baja es de manera ilegal, no pagando por ello. Pero ojo: el lector frecuente lee dos libros más al año, pero compra mucho menos que antes. Acuden más a las bibliotecas. Se llama “crisis”.
Los favoritos
Por cierto, Nielsen acaba de hacer públicas las cifras de ventas en España, en 2017, y la novela más vendida fue Patria, de Fernando Aramburu, por delante de Origen de Dan Brown y de Una columna de fuego Ken Follet. Las dos primeras de Planeta, la medalla de bronce para Penguin Random House. Todo esto te daré, de Dolores Redondo, ocupa el cuarto puesto, y El laberinto de los espíritus, de Carlos Ruiz Zafón, el quinto. Muy por detrás, en décimo lugar, Arturo Pérez-Reverte, con Falcó.
Y aunque prefiera leer la novela en papel, cada vez lee con más frecuencia en soporte digital. Ellos leen un poco más que ellas en este formato, en el que cada vez se leen más libros y periódicos. Le interesa cada vez menos leer en ordenador. El móvil está en un auge imparable.