Hace unas semanas César Brandon, estudiante de un Máster de investigación e innovación educativa, en la Universidad de Castilla y La Mancha, levantó a un auditorio de casi un millar de personas con una poesía romanticona que descubría la historia entre “cero” y “uno”. Lo volvió a repetir con otra sobre “Tierra” y “Luna”. En la tercera aparición de César en el programa Got Talent (Telecinco) ha cambiado algo. Ya tiene un libro entre sus manos y lleva su nombre debajo del título. Acabamos de asistir a un hecho inédito en la historia de la televisión: se ha construido un poeta.
Ese día el poeta gana la final de Got Talent (Telecinco) con versos al borde de las lágrimas dedicados a su madre. La madre está entre el público. Momentazo televisivo de 2018. En tres actuaciones ha tumbado los prejuicios ante la audiencia a pleno rendimiento. La tele ha encontrado su fetiche favorito: la construcción en directo de un triunfador "que teniéndolo todo en contra" ha "emocionado a toda España". Y, de carambola, la tele descubre que la poesía es capaz de emocionar tanto como un reality y la industria editorial encuentra, por fin, la posibilidad de hacer con un poemario un best-seller.
Brandon llegó al programa con un libro autoeditado que regalaba por la calle, una camiseta y mucha humildad. Su actuación es redonda y el presentador Santi Millán anima al estudiante de Guinea Ecuatorial a que diga al público y al jurado -entre los que se encuentra Risto Mejide- que hable de su libro. Lo hace y Mejide le pregunta por el título: Las almas de Brandon. Aquello desató la operación tenemos un pepinazo.
Hecho en dos meses
En la editorial Espasa escuchan esto y reaccionan. Ana Rosa Semprún, la directora de la editorial del grupo Planeta, llama a Risto, autor de la casa, para que le ponga en contacto con aquella estrella inesperada. La editora, responsable de la edición del Diccionario de la RAE, firma un contrato exprés con César. La editorial interrumpe la producción planificada del año y hace pasar la autopublicación por la imprenta de la multinacional. Y llegan: en la grabación de la final César cuenta con la criatura recién salida de la imprenta, el primer ejemplar de la tirada. En dos días está distribuido por toda España. En dos meses han construido un éxito.
Reconoce que lee mucho a Albert Espinosa y Paulo Coelho, que también le gustan los poetas de las redes sociales
César gana la final de Got talent y el libro se convierte en lo más vendido en no ficción. La confirmación de su alumbramiento en la industria editorial sucede ayer, en Barcelona, durante la celebración del Sant Jordi. El poeta televisivo estuvo firmando de once de la mañana a once de la noche su libro Las almas de Brandon (Espasa) para reivindicarse como un poeta más allá de la tele. Acabó firmando ejemplares en un banco de la calle. Y así, la poesía se convertía en protagonista de una cita literaria.
Referentes literarios
El libro de poemas narrativos, de historias cercanas, de lo que ha vivido y de lo que se ha inventado, del racismo, del fascismo, de la familia y, sobre todo, del amor. El libro está escrito para su pareja, que aparece a cada página. Reconoce que lee mucho a Albert Espinosa y Paulo Coelho, que también le gustan los poetas de las redes sociales, entre ellos, Marwan, José Defreds y Diego Ojeda. Faltan mujeres y clásicos. De estos sólo lee a Béquer.
César, que se declara “creyente a más no poder del Universo”, inicia una gira por Telecinco y llega al sofá de Toñi Moreno, Viva la vida (Telecinco). Para el programa de la nueva María Teresa Campos, César es “el poeta que nos ha robado el corazón”. Y para demostrarlo Toñi le hace saber al poeta que entre todos los versos hay uno que le ha tocado: “Alunizar en tu boca / un pequeño beso para el hombre / y un gran vuelo a la libertad”.
Ya no soy el chaval que salió en la televisión, sino el que escribe relatos desde hace años
Pasa dos veces por Sálvame y hace llorar a algunas de sus estrellas. Entre ellas, María Patiño, que ha dado rienda suelta a un mar de lágrimas. No hay más preguntas, Señoría. La poesía sigue creciendo en horarios de máxima audiencia y el libro agota cada tirada. Van a mil por hora.
Boom o no Boom
Vuelve en el AVE desde Barcelona. “La firma ha sido impresionante. No me lo esperaba. No creía que pudiera gustara tantas edades tan variadas. Llevo mucho tiempo escribiendo en Instagram y sólo esperaba encontrarme adolescentes”. Ha pasado de cero a infinito en dos semanas. Este ha sido su primer contacto con las consecuencias del éxito y no lo puede creer. Está acabando su TFM y todo apunta a que va a tener que retrasar su entrega. Evitaremos hacer referencia al TFM más famoso de este país.
Sólo dejó de firmar para cambiar el puesto de la Rambla por el del Paseo de Gracia. “Es impresionante. Hace dos meses no me conocía nadie. Claro que la tele ha ayudado bastante, pero ahora la gente ahora ya no me habla de lo que ha visto en la tele, sino de lo que han leído en el libro. Ya no soy el chaval que salió en la televisión, sino el que escribe relatos desde hace años”, asegura César, en huida de sus orígenes televisivos, a escasas horas de haber popularizado la poesía. “Esto no es un boom de la televisión”.
Brandon piensa que “la clave es que la poesía tiene el efecto de desnudar a la gente” y eso, precisamente eso, es el producto preferido de la televisión
“No veo la televisión”. Dice que como mucho, Netflix. También cuenta que hay poetas y poesía a mansalva, pero que “siempre ha pertenecido a la calle, a los bares, a los recitales, por eso el camino para encontrarse con la poesía nunca ha sido la televisión”. Pero él descubrió que hay una posibilidad, incluso en un programa de actuaciones espectaculares, carne de circo, karatekas y fuegos artificiales. No es tan extraño, Brandon piensa que “la clave es que la poesía tiene el efecto de desnudar a la gente” y eso, precisamente eso, es el producto preferido de la televisión.
Llegó a España hace siete años, tenía 18 y quería estudiar en este país que “es más acogedor de lo que parece y de lo que se dice”. Estudió Educación Social y pretende fundir infancia con literatura. Está convencido de los remedios sociales de la literatura: “Ser sincero con uno mismo. Esto en la sociedad en la que vivimos, de tanto postureo, es importante. Los niños aprenderían a ser sinceros consigo mismo, porque no nos decimos la verdad”. A estas alturas ya ha quedado claro que Brandon es más romántico que peleón, aunque dice que escribe “de cosas importantes, sin adornarlas”. Pero la realidad del escritor se hace tan cuesta arriba, que adornarla con un poco de tele ayuda a superarla.