Barcelona

Habían anunciado que la LXVII edición del Premio Planeta era la más feminista de la historia, donde la voz narrativa de las mujeres, sus inquietudes y la desigualdad social que todavía las golpea, se había erigido como el principal tema de las 642 obras presentadas al concurso. Era su gala, la de ellas. Pero esas promesas no se verán impresas en el faldón de los libros: ha sido finalmente un hombre, Santiago Posteguillo, el ganador de uno de los premios más prestigiosos de las letras españolas, dotado con 601.000 euros.

El escritor valenciano, autor bestseller de la casa, como las Trilogías de Trajano o de Escipión, se ha impuesto al resto de finalistas con Yo, Julia, una novela ambientada en la Roma clásica que narra el empeño de Julia Domna, la esposa del emperador romano Septimio Severo, por hacerse hueco en un mundo de hombres inmersos en la lucha por el poder político y que piensan que el liderazgo sólo les pertenece a ellos. Un cóctel que combina varios de los elementos susceptibles para acabar agotando existencias en las librerías.

Pero de nuevo las mujeres han vuelto, a pesar de todo lo que se había barajado durante la previa —¡la revolución femenina también llega al Planeta!— a ser las segundonas: la periodista presentadora Ayanta Barilli, hija de Fernando Sánchez Dragó —Premio Planeta en 1992—, ha sido la otra finalista —será premiada con 150.250 euros— con Un mar violeta oscuro, una novela, la primera que escribe, coral protagonizada por cuatro mujeres (bisabuela, abuela, madre e hija) que bucean en el pasado familiar y centra la historia en la lucha de la mujer por sus derechos a lo largo de tres generaciones.

Y con este fallo se refrenda una obviedad: el Planeta sigue siendo masculino. De las 67 ediciones celebradas, en 50 ocasiones los hombres han sido los premiados por solo 17 hembras. Al menos la protagonista de la obra de Posteguillo, profesor de literatura en la Universitat Jaume I de Castellón, además de filólogo y lingüista también ha sido premiado por la Semana de Novela Histórica de Cartagena, obtuvo el Premio a las Letras de la Generalitat Valenciana en 2010 y fue galardonado con el Premio Barcino de Novela Histórica de Barcelona en 2014—, es mujer.

"Julia fue la emperatriz más poderosa que pudo tener Roma", ha explicado Posteguillo, fascinado por su historia, tras recibir el premio de manos de José Guirao, ministro de Cultura. "Un hombre puede valer para conquistar un imperio pero solo una mujer puede forjar una dinastía imperial". "Julia Domna es un personaje del que merecía la pena contar su historia en siglo XXI para demostrar que ha habido mujeres en posiciones de poder que han sabido moverse con mayor inteligencia que los hombres", ha continuado el autor de La legión perdida en sala de prensa.

El título de Yo, Julia conduce el recuerdo a la famosísima novela de Robert Graves, Yo, Claudio. Pero la relación entre ambas va mucho más allá que una simple similitud en el encabezamiento: Posteguillo, superventas pero aclamado por su rigor histórico, ha explicado que la historia de esta novela empezó en 2012 cuando estaba de viaje en Mallorca y pasó por Deià, donde vivió el escritor británico y visitó su casa museo.

Barilli, bajo la atenta mirada de su padre, "el dragón", emocionadísimo al término de la gala al recordar a una de las protagonistas del libro, su esposa, la madre de su hija, que falleció a causa de un cáncer, ha revelado que la autoficción de Un mar violeta oscuro nació por la necesidad de entenderse a sí misma: "Descubrir quién soy a través de la literatura (...) Quería convertir una historia íntima y familiar en algo universal".

Por el Palau de Congresos de Barcelona también se ha dejado ver el exministro de Cultura Màxim Huerta, alejado del foco público desde su dimisión por el lío con Hacienda. El jurado del premio —decidido por 5 votos a 2 a favor de Posteguillo— ha estado integrado por los escritores Alberto Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas y Rosa Regàs y la directora de la editorial Planeta, Belén López, que se ha incorporado este año como secretaria del jurado en sustitución de Emili Rosales. De la Generalitat no ha habido ningún representante.